La imagen del día. En el mundo de la liebre, la tortuga quería ser la más rápida

Los últimos minutos de la clasificación del Gran Premio de Italia nos han dejado la que sin duda se puede decir que será una de las imágenes del fin de semana después de que los pilotos hayan decidido levantar el pie deliberadamente antes de su último intento con el objetivo de comenzar su vuelta lanzada con alguien que le cediera su rebufo. Esto nos ha llevado a ver a pilotos rodando considerablemente lentos en el primer sector, algunos de ellos emparejados y otros directamente saltándose la primera chicane para pasar a través de las chicanes artificiales y así tratar de salir tras el grupo.

Ya habíamos visto algo parecido en China, donde algunos pilotos ya se quedaron fuera de poder realizar su último intento al pasar por meta cuando la bandera ajedrezada ya había hecho su aparición. Lo de hoy ha implicado a la totalidad participantes en Q3, siendo únicamente Carlos Sainz Jr. y Charles Leclerc como los únicos que estaban en disposición de hacer una última vuelta.

El resultado era la Pole sin necesidad de segunda intentona para le monegasco y una investigación abierta que no ha deparado finalmente ninguna penalización de posiciones en parrilla. Nico Hülkenberg, Lance Stroll y Carlos Sainz pasarían por delante de los comisarios, finalmente sin recibir nada más que una reprimenda, lejos de la decisión de sancionar a una gran parte de la parrilla de la Fórmula 3 en la jornada de ayer, concretamente 17 de los 30. El propio Hülkenberg se mostró muy sincero: “Todos íbamos despacio, hasta que todos se dieron cuenta de que no había tiempo para ir despacio. Fue complicado”.

Los equipos y los pilotos sabían que la succión suponía medio segundo de ganancia a una vuelta y jugaron con ello. Los mensajes de radio hablaban de un margen de casi 10 segundos para poder encontrar tu posición, pero en los lances terminaron por taparse entre ellos y deparar lo que para Lewis Hamilton fue una situación peligrosa que terminará acarreando accidentes en el futuro.

Por su parte, Sebastian Vettel también se libraría de ver cómo su cuarta posición se perdía en los despachos al llegar a tener las cuatro ruedas fuera de la pista, situación que ya estaba amenazada con sanción de considerarse que se había obtenido ventaja. La decisión final dejaba al germano como estaba, lamentando en este caso que cuando debió disponer del rebufo de su compañero de equipo no tuvo la opción debido al atasco del final de la Q3.

Los comisarios revisaron las evidencias de vídeo y escucharon al piloto y al representante del equipo. Se revisaron múltiples cámaras y ángulos, algunos mostraban que las ruedas no estaban en contacto con la línea blanca y otras parecían mostrar que una de las ruedas delanteras quizás sí estaba en contacto. Había elementos de duda que son considerados significativos como para otorgar el “beneficio de la duda” a favor del piloto en cuestión.