Volvió a pasar. El mano a mano en Ferrari con sus dos pilotos en los últimos compases de la carrera del Gran Premio de Brasil ha marcado un punto de inflexión en la dinámica interna de la estructura italiana. El incidente entre sus dos pilotos hacia que ambos monoplazas terminasen la carrera antes de tiempo y con los coches bastante dañados.
El inicio del incidente se situaba en el último tercio de carrera. Valtteri Bottas rompía motor tras sufrir un sobre consumo de aceite, viéndose obligado a parar y abandonar. El piloto finés situaba el monoplaza en el interior de la curva 4 y dirección de carrera decidía sacar el coche de seguridad para poder retirar sin problemas su monoplaza.
Durante el periodo del safety car los monoplazas se reagruparon. Charles Leclerc había cambiado sus neumáticos y montaba los compuestos blandos nuevos, mostrando un rito bastante superior al resto de pilotos de la parrilla. Tanto es así que poco a poco iba recortando la diferencia respecto a su compañero de equipo.
En la vuelta 66 llegaba el momento que desde Maranello no querían que llegase. Charles Leclerc adelantaba a Vettel en la curva 1 poniéndose delante del alemán. No obstante, éste no se conformaba y aprovechaba la contra recta para atacar. En ese instante, ambos monoplazas se ponían en paralelo pero finalmente se tocaba. Charles Leclerc veía como la dirección y suspensión delantera derecha estaba rota, mientras que Vettel tenía un pinchazo en el neumático trasero izquierdo.
Esta acción recordaba a la vivida en 2010 en el Gran Premio de Turquía, cuando ambos Red Bull Racing se tocaban. Desde Ferrari han destacado que siempre dejan que ambos pilotos puedan batallar en pista libremente, pero reconocen que acciones como esas no deberían suceder en un futuro. Faltará por ver qué sucede en las próximas citas, pero es prácticamente un hecho que habrá una reunión con ambos pilotos.