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La imagen del día: podio redentor

De vez en cuando la Fórmula 1 despega exponencialmente en carreras sueltas y otorga al público Grandes Premios inolvidables. El recién vivido en Alemania ya es uno de ellos gracias a la emoción en casi todas las posiciones y con una alternancia increíble hasta en la lucha por la victoria. Las idas y venidas de la lluvia arruinaron la carrera de muchos pilotos, en especial de aquellos que se salieron en la inconducible pista de drag. Los altibajos emocionales también se vieron afectados por la estrategia entre neumáticos de lluvia y de seco y uno de los que más aprovechó su oportunidad fue el piloto que volvió a la F1 después de salir bajo un mar de dudas.

Daniil Kvyat pilotó de forma excelente y tomó el tercer lugar en el podio de forma eufórica después de una estrategia perfecta de Toro Rosso en el momento oportuno. El ruso condujo tranquilo al principio e intentó mantenerse en el asfalto con éxito entre Safety Cars, siendo de los primeros en ir a boxes para montar los neumáticos de seco y resistiendo el regreso de la lluvia para poner los intermedios de nuevo. Cuando la pista volvió a secarse, Kvyat entró de inmediato para poner los secos y se anticipó de tal manera a los rivales que salió tercero del pit lane.

Kvyat adelantó a Lance Stroll (que había hecho la misma estrategia) para situarse segundo y el accidente de Valtteri Bottas dio un nuevo Safety Car tras el cual el ruso se escapó del canadiense. Sebastian Vettel les superó a ambos con relativa facilidad y Kvyat aguantó en los metros finales, finalizando tercero y dando a Toro Rosso el segundo podio de su historia, irónicamente después de la lluviosa victoria de Vettel en Italia en 2008. El alemán también ejecutó una carrera intachable, remontando de la última a la segunda posición con paciencia y ritmo variable, rebasando a todos los rivales posibles y quedándose cerca de obrar el milagro frente a Max Verstappen.

Hockenheim ha supuesto un cambio en la trayectoria a corto plazo de Kvyat y los elementos añadidos a su actuación le dan un extra al tercer puesto: ha subido al podio junto al piloto contra el que chocó en dos ocasiones y al piloto que le quitó el asiento en Red Bull tras los accidentes evitables. Y el ocupante del segundo Red Bull sigue igual de cuestionado y ha acabado esta carrera de oportunismo en la escapatoria, irónicamente después de un choque con el otro piloto de Toro Rosso, que también ha brillado. El nuevo padre de familia ha puesto unas cartas muy fuertes sobre la mesa y debería generarle más dudas al poderoso Helmut Marko.

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Héctor Sagués

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