La sesión de clasificación se ha salido un poco de los cauces habituales. Cinco pilotos han peleado por la Pole Position, que se ha terminado llevando Valtteri Bottas. El finlandés sabe que necesita ganar en Austin para, como mínimo, intentar dar caza a Lews Hamilton en el mundial. Con Mercedes ya campeón de constructores, el #77 necesita que su rival no puntúe. El primer paso para que el milagro tenga opciones de existir era hacer esa Pole Position.
Y lo ha conseguido. Bottas se ha impuesto en una muy apretada sesión de clasificación. Un total de 68 milésimas han separado al de Mercedes de Max Verstappen, que ha sido tercero. Sebastian Vettel se ha quedado con la segunda posición de la parrilla, mientras que Lewis Hamilton no ha sido más que quinto, detrás de Charles Leclerc. ¿Y qué más necesita Bottas para arremeter contra Hamilton y mantener vivo el fuego?
Lo primero, meterse en la cabeza de Lewis. Nico Rosberg lo desquició, igual que Jenson Button en 2011. El poderío de Hamilton no es sólo velocidad en pista, también un juego psicológico que le permite sentirse imponente, invencible y el más rápido de la tierra. En cuanto esa capacidad mental se ve desbordada, llegan los errores. Por ejemplo, los baches de Austin molestan a un Hamilton que sólo ha hecho que quejarse de los mismos. Según el británico, tuvo que estirarse porque se mareó después de los Libres 1. ¡Y suerte que la F1 no va a Sebring!
Vistas esas quejas y la incomodidad de Hamilton en pista, Bottas ha aprovechado el primer tiro y ha sido un gol por toda la escuadra. El circuito tan amado por Lewis Hamilton le ha dado en la cara, y no se nota con capacidad. No es habitual que se quede a casi tres décimas de su compañero, y en cuanto se ponen las cosas cuesta arriba, Hamilton se pierde. Ojo mañana con la remontada del pentacampeón de Stevenage. Que sí, que con un quinto le bastaría al de Mercedes para ser campeón, pero no creo (y esto ya es opinión) que se conforme con ello como en 2008.
Así pues, Valtteri Bottas sigue en la lucha. De forma muy superficial, rasca esa corteza que le aleja de ser campeón. Nadie daba un duro por él, y la Pole de hoy le reivindica como un piloto rápido. Eso sí, le falta constancia.
Foto | Mercedes Media Service