El último ajuste del Balance of Performance para el Gran Premio de Long Beach permitirá que el Acura ARX-05 participe en la carrera con 20 kilos menos en comparación con la última válida disputada en Sebring y además tendrá un aumento en la presión del turbo. De esta forma, el DPi de Team Penske será el más favorecido dentro del grupo de prototipos según lo que ha mostrado en los dos primeros grandes premios del calendario, aunque también el Nissan DPi recibirá el mismo trato en cuanto al ajuste de peso y prestaciones del turbo.
En cuanto al Mazda RT24-P, la IMSA informó que tendrá una reducción de 5 kilos en su peso y también se permitirá que aumente las revoluciones por minuto de su motor a través del turbo boost. Estas medidas benefician a los rivales del Cadillac DPi-V.R, que será el más perjudicado con respecto a los demás. El prototipo de General Motors que ganó en Daytona y en Sebring tendrá que soportar 10 kilos adicionales de hándicap para elevar su peso total hasta los 960 kilos, es decir hasta ahora acumula un total de 25 kilos de peso extra con respecto a sus rivales.
En cuanto a los GTLM, se anunció que el Porsche 911 RSR será 10 kilos más ligero y el Ford GT tendrá una reducción en la presión del turbo. La IMSA además informó que está previsto que para Long Beach tanto los DPi como los GTLM también tendrán ajustes en la capacidad de sus tanques de combustible, medidas que se establecerán luego de las primeras pruebas en el circuito callejero.
Vía | Sportcar365