Simon Hodgson, vicepresidente de la IMSA, se mostró optimista al comunicar en una conferencia de prensa que las nuevas regulaciones aplicadas a la división DPi deberían atraer a otras marcas ya que el aporte se simplifica al no diseñar y construir sus propios chasis. En tal sentido, se comenta que tras la aplastante exhibición de Cadillac en la pasada edición de las 24 Horas de Daytona, Hodgson envía señales directas tanto a Mercedes como a Honda para que se involucren en la clase DPi. Resulta preocupante para los organizadores que apenas siete prototipos participen actualmente, cuando las nuevas reglas se promulgaron para intentar elevar el número de inscritos.
En la mejor época de la IMSA se podían apreciar hasta 20 prototipos en carrera, pero muchos fabricantes han declinado a participar en los últimos años, de allí la nueva propuesta de utilizar chasis particulares. Se cree que Hodgson ya ha iniciado conversaciones formales para intentar convencer a Mercedes y a Honda de instalar sus motores, en el caso de los alemanes el V8 que utiliza su AMG GT3 y en el caso de los japoneses la selección que decidan desde Honda Performance Development. En ambos casos, el compartir protagonismo con los proveedores de chasis sería el punto débil del asunto ya que Mercedes y Honda compiten en la división GTD, Honda a través del Acura NSX, y allí les resulta más rentable participar sobre todo por la repercusión comercial.
En tal sentido, Tobias Moers, jefe de AMG, indicó que una entrada en la división DPi no se planteó para este año y Mercedes no improvisa con sus programas, por tal razón no cree que en un futuro inmediato asuman algún compromiso en la clase DPi a pesar de tener un motor ideal para ingresar. Para Moers, la prioridad es conquistar la división GTD para consolidar su departamento deportivo en Norteamérica.
Vía | Motorsport Total