A falta de pocos minutos para iniciar el Gran Premio de Gran Bretaña, los mecánicos de Racing Point intentaron encender el motor del monoplaza de Nico Hülkenberg sin éxito. Ante las evidentes señales de desconcierto, por desconocer la naturaleza del problema, el personal desarmó el coche para revisar la unidad de potencia, la caja y la transmisión. Nada se pudo hacer a tiempo, el piloto alemán no se formó para la salida y la carrera inició sin su esperada participación. En pocas horas se descubrió lo que había sucedido con su RP20, la decepción no pudo ser mayor.
Señaló Otmar Szafnauer, jefe del equipo, que la investigación realizada en el coche de Hülkenberg arrojó que un tornillo del embrague se deslizó dentro de la transmisión provocando que se atascara. Así que el motor de combustión interna no pudo girar. En el equipo lamentaron este incidente porque justamente el piloto alemán requería participar en la carrera debido a su largo período de inactividad en la Fórmula 1.
Según Szafnauer, la pieza que falló no fue fabricada en la sede de Racing Point sino que está asociada a la mecánica que Mercedes suministra desde Brixworth a través de la división Mercedes AMG High Performance Powertrains. Ahora se debe determinar si existió un error humano al apretar o aflojar el tornillo, pero de igual manera preocupa que un elemento tan pequeño provoque un problema tan grande. El personal se encuentra apenado, la mayoría conoce a Hülkenberg debido a su pasado en Force India, por todo lo que ha experimentado este fin de semana el piloto alemán.
Para Racing Point el Gran Premio de Gran Bretaña representó un retroceso en muchos sentidos, más allá de lo acontecido con Hülkenberg. Sergio Pérez está en cuarentena debido a que contrajo el COVID-19, Lance Stroll apenas terminó en el noveno lugar en la carrera y nuevamente el equipo fue objeto de otra reclamación por parte de Renault. El acostumbrado potencial que el RP20 ha mostrado desde que inició la temporada no se apreció este fin de semana durante la calificación y la carrera.
En palabras de Otmar Szafnauer:
No fue el día de Nico [Hülkenberg]. Creo que hizo un gran trabajo este fin de semana, comenzó desde cero, no hizo ninguna prueba de invierno, no entendía el coche. Parece que un tornillo del embrague se ha deslizado, ese perno se atascó y no permitió que el motor de combustión interna funcionara. Creo que es un poco pronto para entender por qué el cerrojo se desprendió, tal vez podría ser un problema en los materiales o la relación de torque no fue la correcta, se apretó demasiado y se rompió.
Vía | Nextgen Auto