El calendario tentativo que la IndyCar publicó hace algunos días, donde se fija el inicio de la temporada en Detroit el próximo 30 y 31 de mayo, podría ser nuevamente modificado debido a las dificultades que podría experimentar la organización para estructurar el circuito urbano de Belle Isle bajo régimen de cuarentena, se estima que normalmente se necesitan de cinco a seis semanas para culminar tal tarea. En tal sentido, la IndyCar analiza acordar con la IMSA y con la NASCAR para hacer coincidir escenarios y así evitar más complicaciones.
Estaba contemplado que la IndyCar y la IMSA coincidieran en Detroit el 30 de mayo, pero de postergarse la fecha podría realizarse en el mes de octubre, donde la IMSA apenas tiene pautado Petit Le Mans. Según informaciones, el Gran Premio de San Petersburgo también sería reprogramado para el mes de octubre, siempre tomando en cuenta que se otorguen los permisos de las autoridades de los respectivos estados. En el caso de Detroit, es necesario que el gobernador de Michigan, Gretchen Witmer, levante el período de cuarentena lo que parece complicado debido a los estragos que está causando el COVID-19 en los Estados Unidos.
Según la publicación RACER, la IndyCar estaría planteándole a la NASCAR compartir escenario el mismo fin de semana en Richmond, Iowa, Road América, Texas Mid-Ohio y Gateway, en el caso de proseguir los aplazamientos. La prioridad en este caso es poder realizar el mayor número de carreras sin que ello represente un gasto adicional para los involucrados en la organización y los medios que cubren las categorías. La IndyCar está abierta a los eventos combinados si ello les garantiza cumplir con las carreras pautadas en su calendario.
Desde la IndyCar han manifestado su intención de establecer alianzas estratégicas con las otras categorías norteamericanas, quedaría de parte de las otras organizaciones aceptar o rechazar las propuestas porque también hay que considerar la opinión de los promotores y patrocinadores involucrados en auspiciar los eventos, con el fin de evitar conflictos de intereses, porque muchos de ellos han invertido muchos recursos para que su nombre y logotipo aparezcan tanto en el encabezado del gran premio como en lugares privilegiados a lo largo de los circuitos.
Vía | Racer