Durante los primeros entrenamientos de pretemporada, la IndyCar utilizó un nuevo combustible desarrollado por Shell, el cual es 100% renovable ya que está fabricado a partir de biorresiduos de segunda generación. Esta novedad será utilizada durante el campeonato y constituye otro avance de la categoría en lo que respecta a su transición hacia la nueva generación de monoplazas. Tanto Chevrolet como Honda habían experimentado durante meses con esta nueva mezcla durante sus pruebas de motores en los dinamómetros, de allí que no hubo mayores inconvenientes con la introducción de la fórmula.
Explicó Bassem Kheireddin, gerente de tecnología de Shell Motorsports, que el biocombustible que se estrenó esta semana consiste en una mezcla de etanol de segunda generación derivado de los desechos de la caña de azúcar. En este caso, la denominación de segunda generación corresponde a que la materia prima es el desecho, así que en nada afecta a la cadena de suministro de alimentos. Añadió que gran parte de la producción del biocombustible se sustenta sobre la empresa Ryzen, un socio de Shell Brasil, una vez que la material prima llega a los laboratorios de Shell se mezcla con productos químicos patentados y se entrega una fórmula de unos 100 octanos aproximadamente a Chevrolet y a Honda para que adapten sus motores v6 biturbo de 2.2 litros.
Espera que esta propuesta de Shell en la IndyCar resulte exitosa porque luego sería comercializada en otros mercados. El biocombustible continúa en crecimiento y Shell se está esforzando en crear un producto que además de rendir para competición sea 100% renovable y además reduzca las emisiones de gases que causan el efecto invernadero en más del 60%. Por ahora todo ha sido un éxito y la IndyCar aprobó el uso del combustible, en Shell están complacidos por el producto que han desarrollado.
En palabras de Bassem Kheireddin:
El combustible consiste en una mezcla significativa de etanol de segunda generación que se deriva de los desechos de la caña de azúcar. Es la parte de la caña de azúcar que anteriormente se consideraba un desecho que se ha convertido en etanol, de ahí el nombre de ‘Segunda Generación.
Vía RACER
