El anuncio de Honda, acerca de las razones para retirarse de la Fórmula 1 a partir de 2022, causó cierto revuelo en Estados Unidos, sin embargo, en aquellos predios, desde Honda Performance Development, aseguraron que no hay ningún problema con los planes establecidos porque sus programas se financian y gestionan de forma independiente, inclusive se espera que este fin de semana anuncien su compromiso de introducir el nuevo motor híbrido en la IndyCar para la temporada 2023.
Se espera que tanto Honda como Chevrolet, así como los organizadores de la IndyCar, comuniquen que el nuevo motor, V6 biturbo de 2.4 litros y sistema KERS, se introduzca en 2023, plazo estimado debido a los retrasos que ha causado el COVID-19 en la industria. Y es que no solamente se deben fabricar un gran lote de motores de combustión interna sino que también se deben acoplar el KERS, fabricado por la empresa alemana Bosch, y las baterías, cuyo proveedor es Williams Advanced Engineering.
El posponer la introducción del nuevo motor también tiene que ver con el hecho de que HPD tiene compromisos con el campeonato IMSA Weathertech Sportscar, de allí que haya solicitado que todo el conjunto propulsor propuesto para la IndyCar se presente de una vez y no en dos partes, motor térmico en 2022 y sistema híbrido en 2023, tal como había sugerido Chevrolet. En tal sentido, se indicó que Honda y Chevroilet acordaron que lo más sensato es dejar todo para el 2023.
Semanas atrás, Ted Klaus, presidente de HPD, advirtió que tenía listo el motor para la IndyCar, pero consideraba que sería conveniente atrasar su introducción, situación que no agradó a Chevrolet en un principio. Pero ha privado el sentido común y en aras de favorecer a la IndyCar se ha llegado a un pacto amistoso entre las partes, así que se establece como fecha de caducidad el fin de la temporada 2022 para la fórmula V6 de 2.2 litros biturbo que se ha mantenido activa desde la temporada 2012.
Vía | Racer