Esta semana, Mark Miles, director ejecutivo de Penske Entertainment, reveló que analiza planes tentativos de expandir la IndyCar a través de eventos internacionales toda vez que concluya la temporada regular. Señaló que ha iniciado conversaciones con sedes interesantes para la categoría y espera que sean positivas porque el objetivo es que se mantenga activa de alguna forma puesto que la pausa de seis meses entre el final de una temporada y el inicio de la otra atenta contra la proyección de la serie. Por supuesto que una de las fechas más factibles estaría reservada para Australia debido a la presencia de pilotos de aquella latitud en la parrilla.
Cierto es que se llegó a presentar la controversia con México debido a que Miles sugirió que Patricio O’Ward no era tan popular como para garantizar el éxito comercial de una carrera no puntuable en el Autódromo Hermanos Rodríguez, la respuesta del piloto fue ganar la primera fecha en Milwaukee y dedicarle la celebración a Miles. Pero el responsable de la IndyCar no puede argumentar lo mismo con Australia debido a que en la categoría compiten Will Power y los neozelandeses Scott Dixon, Scott McLaughlin y Marcus Armstrong, sin duda una representación de mucha calidad.
Declaró Miles que llevar a la IndyCar de regreso a Australia, desde 1991 hasta 2008 se disputó la Gold Coast 300 en el circuito de Surfers Paradise, no sería tan complicado porque el Supercars compite en el Circuito Callejero de Adelaide en el mes de noviembre, así que todo sería cuestión de organizar el traslado de la IndyCar y realizar un fin de semana en conjunto para garantizar el retorno de lo invertido, parece sencillo a simple vista, pero se requieren alrededor de 10 millones de dólares, lo que lleva a pensar que el viaje no será a corto plazo. Puntualizó Miles que estas fechas foráneas no serían puntuables porque Roger Penske no aspira un campeonato mundial sino que la IndyCar permanezca como una serie de monoplazas celebrada en Norteamérica.
En palabras de Mark Miles:
El [Supercars] está seguro de que tendrían una multitud enorme y probablemente atraeríamos más gente juntos. Sólo estamos tratando de entender qué es posible, pero me gusta el concepto y creo que podemos hacer muchas cosas buenas si podemos ponerlo en práctica. No queremos ser como la Fórmula 1, donde todo gira en torno al mundo. No queremos estar deambulando por todos lados, sino tener eventos significativos que representen algo y puedan promocionar nuestra marca.
Vía Speedcafe