Al igual que sucede en la Fórmula 1, con los requisitos y la asignación de la Súper Licencia, la Indycar tiene programado aplicar un sistema para que los pilotos que cumplan ciertas pautas sean los únicos que puedan competir. Según se informó, la medida obedece al número de solicitudes de nuevos equipos, y por supuesto pilotos, que aspiran correr en el campeonato norteamericano de monoplazas. De allí que se implemente el sistema para conceder prioridad a los méritos.
Las autoridades estiman un crecimiento del campeonato y las solicitudes para incorporarse han sido tantas que prefieren simplificar los medios para acceder, sobre todo cuando observan que entre los interesados hay pilotos provenientes de la Road to Indy, NASCAR y hasta DTM. Para evitar inconvenientes se establecerá un escalafón según la experiencia puesto que la IndyCar sanciona la Indy Lights y no luce justo o equilibrado comparar un piloto proveniente de esa categoría de desarrollo con uno que tenga pasantía por la Fórmula 1 o la NASCAR.
En tal sentido, se concederá prioridad, o una licencia garantizada, a aquellos pilotos que provengan de la Fórmula 1 o que hicieron una temporada completa en la Fórmula 2. También aquellos que tengan experiencia en la NASCAR, sobre todo corriendo en circuitos ovales. Más allá de estas categorías, se analizará la trayectoria de los pilotos y se pondrán a prueba de forma temporal, ya que el caso de Robert Wickens, quien llegó del DTM, es digno de considerar.
En cuanto a las categorías de promoción de la IndyCar, se especifica que los pilotos elegibles para conseguir una licencia directa deben al menos completar una temporada y terminar dentro de los tres primeros en la Indy Lights. Se podrá asignar una licencia de prueba a aquellos que hayan participado en al menos ocho carreras de la Indy Lights o haber conseguido tres victorias en la Serie Pro Mazda. De no cumplir con ninguno de los requisitos, el piloto todavía podrá ser elegible en función a su rendimiento en otras categorías internacionales.
Vía | Motorsportweek