Uno de los grandes misterios del mundo de las carreras en los últimos años es la ausencia de coches del TCR en Japón, tierra conocida por su pasión por el motor y donde existen categorías de todo tipo. Esta clase de turismos que tomó el mundo entero tiene categorías hasta en Tailandia… pero Japón jamás pareció interesarse. De hecho, desde hace dos años la Super Taikyu albergó el campeonato no oficial de TCR japonés al ser la única competición nipona en contar con este tipo de coches… pero siempre encuadrados dentro del margen de las carreras de resistencia y entre cinco y siete participantes habituales. Esto es, hasta este fin de semana, cuando la Japan Race Promotion anunció la intención de organizar un verdadero campeonato de TCR japonés para 2019.
Esta es la intención de la empresa constituida para este fin (TCR Japan Management) según Akira Kurashita, presidente de la JRP. Para que todo esto sea posible, la JRP ha necesitado contar con el apoyo de varias empresas, entre las que destacan Cox y Dome. La primera es más conocida por su trabajo con Porsche y por sus preparaciones de motor Volkswagen entre las que destaca el actual motor de clase Nacional de Fórmula 3 japonesa. La segunda dispone ya de dos Honda Civic TCR en la Super Taikyu. En cuanto al formato, precisamente porque existe la Super Taikyu, la idea sería tener dos carreras sprint mientras que el número de coches esperado para el primer año no es en ningún caso especialmente elevado.
Según el propio Kurashita, estarían satisfechos si tuvieran trece coches el primer año, buscando entre 20 y 25 para 2020. Aunque quizás lo más relevante que se desveló esta mañana en Motegi fue que la intención de la organización no es en ningún caso que el campeonato se centre en pilotos profesionales. De hecho, se utilizó la expresión ‘gentlemen drivers’ para hablar de los participantes para los que estaría enfocado el campeonato. Por lo tanto, parece que Japón mantiene la ideología de centrar sus esfuerzos profesionales en Super GT y Super Fórmula, dejando otras competiciones como lugares ‘sagrados’ para los aficionados con dinero que quieran buscar un lugar en el que competir.
A día de hoy no hay fechas fijadas para un calendario de la temporada inaugural pero según el presidente de la Japan Race Promotion, se están valorando dos posibilidades, siendo una de ellas colaborar con la Super Taikyu al existir ya una clase TCR dentro del certamen. La otra sería convertir el TCR Japan Series en una categoría telonera de la Super Fórmula. En ese sentido, puede que el éxito o el fracaso de la cita conjunta entre el WTCR y la Super Fórmula el último fin de semana de octubre tenga la llave de lo que pueda ocurrir con el futuro teórico campeonato japonés, por fin una competición oficial de TCR en Japón.