El Gran Premio de los Países Bajos difícilmente habría podido ser más movido, con lluvia en tres momentos distintos de la carrera y con tres intensidades distintas, desde una ligera caída de agua que no requería cambio de neumáticos hasta un chubasco que obligaba a 45 minutos de bandera roja. Finalmente, Fernando Alonso hizo acopio de todo su talento y experiencia para hacerse con una segunda posición que supone su retorno al podio por primera vez desde el Gran Premio de Canadá. Por su parte, Carlos Sainz se enfrentó a una carrera complicadísica y un monoplaza falto de competitividad para acabar logrando un correcto quinto puesto.
La compleja sesión clasificatoria de la jornada del sábado no impidió que tanto Fernando Alonso como Carlos Sainz obtuvieran buenas posiciones de partida. Desde la quinta y sexta posición respectivamente, los pilotos españoles mantenían buenas opciones de un resultado positivo el domingo, si bien tenían que buscar una buena salida y esperar una dosis de fortuna que les ayudara en una pelea a priori cuesta arriba. Para ello, mantenían también los ojos puestos en el cielo del circuito de Zandvoort, con posibilidades de lluvia el domingo de forma parecida a como había sucedido el sábado.
Siguiendo la tendencia generalizada, tanto Alonso como Sainz optaban por las gomas blandas, aunque la lluvia se esperaba de forma casi inmediata y esta no se hizo esperar, cayendo ya en la vuelta 2 y complicando la vida a todo el mundo en el primer giro. En primera instancia, los españoles se mantuvieron en pista, ocupando la segunda posición el asturiano tras una gran salida y la sexta el madrileño, aunque ambos realizarían sus prospectivos pasos por boxes en la vuelta 3. Esta situación dejó a Alonso en sexta posición y a Sainz en séptima, aunque el Aston Martin rápidamente subía al quinto tras dar cuenta de un Leclerc que sufría con gaños en su monoplaza.
Una vez finalizada la lluvia que bautizaba el Gran Premio de los Países Bajos, los españoles pasaron por boxes, como la gran mayoría de pilotos, para montar neumáticos lisos. Afortunadamente para ellos, un ‘timing’ impecable les ayudó a subir a la tercera y quinta posición respectivamente. Tras el accidente de Sargeant, las diferencias quedaron neutralizadas pero afortunadamente tanto Alonso como Sainz mantuvieron sus posiciones en la parte tranquila de la carrera. El de Ferrari era, de hecho, el primero de los pilotos de la zona alta en realizar el siguiente cambio de neumáticos; lo hacía en la vuelta 42 y abría el apetito a sus rivales.
Pero aún había más, una vez hechas las paradas y aprovechando un mal cambio de neumáticos para Aston Martin, Sainz logró situarse en posición de podio, mientras Alonso tenía que gestionar un quinto que rápidamente se convertía en cuarto y eventualmente, en tercero tras superar a su compatriota en la vuelta 52. El Ferrari se iba quedando sin ritmo, permitiendo que Gasly le superara en la vuelta 60. Pero llegado ese punto, los pilotos estaban pendientes del cielo para la lluvia más fuerte del día, que no solo forzó una nueva parada para todo el mundo, sino que además obligó a una interrupción de 45 minutos.
Tras la resalida, Fernando Alonso llegó a presionar a Verstappen brevemente, pero finalmente se hizo con un satisfactoria segunda posición que supone el retorno del español al podio por primera vez desde el Gran Premio de Canadá. Por su parte, Carlos Sainz se pasó las últimas vueltas defendiéndose de los ataques de un grupo muy animado que incluía a Lewis Hamilton y Lando Norris. Finalmente, el madrileño consiguió resistir, aguantando un quinto puesto que si bien parece decepcionante, muestra un buen domingo por parte del piloto de Ferrari, teniendo en cuenta su máquina, que no estuvo al nivel de algunos de los rivales.