Oficialmente hemos dicho adiós a la temporada invernal dentro del panorama internacional de los rallyes. Con el ERC habiendo perdido sus dos pruebas invernales (el JännerRallye y el reubicado Rally de Letonia), Monte-Carlo y Suecia se han convertido en una especie en extinción. Las únicas capaces de enseñarnos toda la crudeza del invierno, y toda su belleza, en inhóspitos parajes en los que el blanco tan sólo se ve interrumpido por breves notas de color.
Monte-Carlo se ha convertido por méritos propios en una de las catedrales de los rallyes junto a Finlandia, sin embargo, Suecia siempre ha gozado de una atmosfera especial, típica de las citas nórdicas, pero con el compañerismo reforzado que da el calentarse las manos a la luz de una hoguera, compartiendo risas y anécdotas.
Pocas sensaciones hay más placenteras que las de escuchar en medio de un bosque escandinavo mientras escuchar aproximarse a lo lejos los World Rally Cars y el resto de protagonistas de las categorías teloneras, al mismo tiempo que todos aquellos que te conocen (y que no comparten tu pasión por el automovilismo) se preguntan qué demonios haces en mitad de la nada viendo coches pasar y pelándote de frío. Nunca tiene más valor aquella frase de: «Solo entiende mi locura quien comparte mi pasión«. Tal vez si hubiera muchas más pruebas de este tipo, no sería tan especial para los aficionados.
Desde aquí agradecer a Nacho Mateo que nos haya cedido sus imágenes del Rally de Suecia 2017 para compartirlas con todos vosotros.