Entre los anuncios realizados tras culminar la temporada de la Cup Series, además del posible retorno de Dodge y el ingreso de un nuevo fabricante, John Probst, jefe de innovación de NASCAR, manifestó que el nuevo coche está diseñado para distinguir quiénes son los mejores pilotos porque es más complicado de llevar al límite que la versión anterior. Ciertamente, el NextGen se ha mostrado más lento que su predecesor en las pruebas, pero los pilotos han coincido en que es difícil de maniobrar.
Los nuevos neumáticos de 18 pulgadas y el diseño aerodinámico han resultado un tanto complicados de asimilar. Austin Dillon estrelló su Camaro cuando le tocó evaluar el coche, también el experimentado Denny Hamlin experimentó dificultades para controlar su Toyota. Pero el actual campeón Kyle Larson no tuvo mayores percances y Ricky Stenhouse Jr. declaró que parece lento en algunos sectores de la pista, sin embargo, puede ir más rápido bajo determinadas circunstancias, de allí algunas conclusiones acerca del estilo de cada piloto que probó el NextGen.
Los registros indican que el NextGen es alrededor de dos segundos más lento que el Gen6, en las pruebas realizadas en el circuito de Charlotte, en este caso Probst argumenta que la naturaleza del coche es atrevida y hace que los pilotos no se sientan seguros. Espera que los ingenieros de cada equipo mejoren la configuración y puedan adaptarlo a sus respectivos pilotos porque si bien las siluetas de los coches lucen muy atractivas y modernas para el público, la aerodinámica no resulta tan efectiva, justamente es lo que busca la organización.
En palabras de John Probst:
Siempre queremos que los mejores pilotos estén en la cima. Creo que si nos fijamos en los muchos cambios que hemos hecho en el coche, muchas de las fuerzas laterales que solían estar han desaparecido, por lo que ahora no es tan indulgente como solía ser.
Vía | Motorsport Total