Mientras que otros eventos internacionales destacados se caen, como es el caso de la Oktoberfest y de la cancelación de los Sanfermínes 2020, las carreras parecen estar dando los pasos necesarios para retomar la actividad. En la NASCAR, aunque se confirmaba que Martinsville quedaba pospuesta todo parece que sigue adelante en cuanto al empeño de las series de volver a la competición, aunque se adopte un modelo similar al que también emplearán en la Fórmula 1 y Moto GP: competir sin público.
Acabo de hablar con la gerencia de NASCAR. Están trabajando para regresar a Texas Motor Speedway muy pronto. Espero dar más detalles pronto. Para limitar la propagación de Covid-19, esto se hará a puerta cerrada. Pero tendremos un magnífico espectáculo en televisión – el gobernador de Texas, Greg Abbott
El Speedway, situado en Fort Worth, recibió en las últimas horas el visto bueno por parte de las autoridades gubernamentales del estado tejano, por lo que se encuentra preparando todo lo necesario para que la prueba se dispute a puerta cerrada y así poder darle un entretenimiento a los aficionados, equipos y los propios pilotos. Por el momento se desconoce la fecha, pero desde los propios promotores del evento apuntan a que esta situación es posible ya que no habrá contacto físico entre los deportistas, algo que sí sucede en otras disciplinas.
El propio Eddie Gossage se ha mostrado muy positivo al respecto, apuntando a que “Esta es una clara ventaja y es por eso que deberíamos ver el automovilismo volver primero«. Obviamente, esta situación es posible ya que hablamos de unas series nacionales, que no precisan de que su núcleo social y que el material se desplace entre distintos países bajo distintos responsables e instituciones. El año pasado, Texas fue la séptima cita del calendario tras Martinsville.