Según la publicación Auto Motor und Sport, el esperado acuerdo entre Michael Andretti y Longbow Finance permanece en pausa debido a nuevas exigencias por parte de la firma propietaria de Sauber. Inicialmente se creyó que, en vísperas del Gran Premio de Estados Unidos, Andretti anunciaría la adquisición de la escudería que ahora se conoce como Alfa Romeo, operación que involucra la compra de un 80% de las acciones de la estructura. No obstante, se indicó que además de un monto estimado de 350 millones de euros, para cerrar el trato se requiere de una garantía financiera de al menos 250 millones adicionales para garantizar que el equipo compita durante las próximas cinco temporadas.
Desde hace varias semanas atrás se rumoró que Michael Andretti había acordado la compra de Sauber, incluyendo las instalaciones ubicadas en Suiza, lo que le haría propietario de la escudería Alfa Romeo en la Fórmula 1. Además del anuncio de compra y venta, se esperaba que el nombre de Colton Herta apareciera como la primera opción en cuanto a pilotos. Durante la realización del Gran Premio de Turquía, en el paddock se daba por hecho el trato, pero jamás se mencionó que el valor de la operación estaría en torno a los 600 millones de euros.
El informe señala que la piedra de tranca es la garantía bancaria que se le exige a Andretti para que se comprometa a competir en las próximas cinco temporadas. Este tipo de clausula no es novedosa, fue implementada en la era de Bernie Ecclestone, ya que se establece para que no suceda un inmediato cambio de propietario y se especule con el precio del equipo. Al parecer, la intención de Longbow Finance es comprometer a Andretti en un proyecto serio y evitar que la escudería no se presente a competir porque no consiguió patrocinadores para completar su presupuesto.
También se argumentó que el nombre Sauber tiene valor comercial, es el cuarto equipo con más participaciones en la Fórmula 1, y posee unas instalaciones que cuentan con avanzada tecnología. Los representantes de Longbow Finance están abiertos a una negociación, pero bajo ninguna circunstancia piensan deshacerse del equipo vendiéndolo por debajo de su valor real.
Vía | Auto Motor und Sport
