Nada más salir de visitar a los comisarios Lewis Hamilton ya dejó claro a los periodistas presentes en Hockenheim que nada le iba a quitar el inesperado triunfo cosechado en el Gran Premio de Alemania. Y así ha terminado siendo. La polémica manera en que Hamilton desobedeció las instrucciones de Mercedes y optó por no entrar en boxes bajo Safety Car se ha resuelto simplemente mediante una reprimenda.
El reglamento dejaba gran manga ancha a los comisarios a la hora de sancionar o no a Lewis Hamilton, al hablar de casos de fuerza mayor como posibles eximentes y aunque en su dictamen estos hablan de una clara infracción por parte del piloto británico, han considerado oportunos los atenuantes planteados tanto por Hamilton como por Mercedes para que finalmente la sanción no tuviera consecuencias deportivas directas.
Según se explica en el documento oficial FIA, Mercedes hizo alusión al caos reinante en el momento en que Hamilton optó por no entrar en boxes (evidente pues ni siquiera tenían listos los neumáticos de Valtteri Bottas, que entró segundos antes), añadiendo los comisarios el hecho de que la acción se produjera bajo Safety Car y no plantease ningún riesgo. En todo caso hay que señalar que en la mayoría de casos recientes este tipo de maniobras se han resuelto habitualmente a favor del piloto, por lo que la sanción final entra dentro de lo previsible.
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