Era el pistoletazo de salida para el recuperado Campeonato de España de Turismos y ya era todo un triunfo que se llegara a tiempo para la cita de Navarra. El trazado de Los Arcos, con sus algo menos de cuatro kilómetros, era el elegido para ver la nueva propuesta entre la RFEdA, el RACE, V-Line y las distintas marcas involucradas de lo que puede ser un CET con costes ajustados, diversidad de vehículos, una imagen agresiva y carreras emocionantes.
Una toma de contacto que contaba únicamente con nueve coches en pista, cinco de ellos Hyundai i30 N Fastback y cuatro unidades del Honda Civic Type R, coches prácticamente sacados del concesionario y ajustados a través del Balance of Performance en el que han trabajado los técnicos de la Federación junto a Javi Villa. Todo para contar con carreras muy competidas, en las que haya contactos, espectáculo en pista y con unos presupuestos contenidos que se sitúan en los 40.000 euros por coche listo para correr.
El objetivo es el de contar con dos unidades más en la próxima cita, la cual se desarrollará en Motorland Aragón, así como más marcas y equipos involucrados en un proyecto en el que se han puesto muchas ilusiones y que debería complementarse correctamente con el CER y la Fórmula 4 española. Especialmente porque el Campeonato de Resistencia sigue siendo un absoluto y maravilloso cajón desastre en el que podemos ver competir vehículos como el Alpine A110 Cup (rapidísimo y muy ágil), con un Renault R.S.01, un Mosler o los numerosos Cupra TCR.
Con nueve coches en pista, las carreras se dividieron en dos o tres grupos por ritmo, siendo Fernando Navarrete el que más rápido supo cogerle el tacto al Hyundai, mucho más subvirador que el Honda. El veterano piloto consiguió marcar distancias sobre Borja García (su más inmediato rival en los entrenamientos y clasificación) y de Álvaro Bajo, el segundo grupo conformado por Lobera y los Hyundai de Gibralfaro Motor, los cuales tuvieron sus más y sus menos en pista.
Seguramente Tony Albacete se podría haber encuadrado dentro de esta batalla por la zona media, sin embargo, una rotura del pedal del acelerador en la primera carrera y una perdida de posiciones en la segunda que le dejó sin remontada. En el último, Luis Barrios y Mari Santonja pelearon por evitar el farolillo rojo. Especialmente interesante la segunda carrera del domingo, con Navarrete viéndose obligado a recuperar posiciones y efectuando dos adelantamientos impecables a Borja y el propio Álvaro Bajo. Doblete a pesar de experimentar alguna pérdida de rendimiento y un inicio esperanzador ante lo que puede ser este campeonato si todos los actores ponen de su parte.
Entre los GT’s del CER, Roald y Benji Goethe no tuvieron rivales y consiguieron completar un doblete espectacular con el R.S.01, por delante en este caso del experimentadísimo Kosta Kanaroglou (Mosler MT900) que no pudo con el dúo monegasco ni en la sesión cronometrada ni en la primera carrera. Con una gran representación femenina tanto en Fórmula 4 como en CET, sería entre los TCR donde veríamos quizás la actuación más destacada entre las féminas, con una Amàlia Vinyes estelar que pudo incluso recuperarse de un trompo en la vuelta de calentamiento para vencer la categoría por delante de Alba Cano, ambas con sendas unidades del Cupra TCR. El interior realizado por la andorrana a mitad de carrera bien le valió el triunfo.
La segunda carrera volvería a tener como dominadores a los Goethe, superando en más de un minuto al Mosler de Kosta después de que el griego fuera líder durante gran parte de la carrera. Jon Aizpurúa venció en categoría C2 en ambas mangas, mientras que entre los TCR el triunfo fue para el equipo de Gonzalo de Andrés-Henrique Hernando (Peugeot 308 TCR), los cuales tuvieron que abandonar el sábado y ser remolcados. En las carreras de la Clase 2, los Peugeot RXZ no tuvieron rival, con las formaciones de Antonio Sainero-Álvaro Bajo e Iván Velazco-Toni Castillo repartiéndose los triunfos.
Franco Colapinto, superioridad sin premio:
En la Fórmula 4, el fichaje estrella de FA Racing para este 2019 demostró que la confianza de Drivex y Fernando Alonso en él no era infundadas. Franco Colapinto se adaptó a la perfección a las distintas condiciones de pista, incluido a las sesiones que se desarrollaron en la fría jornada del domingo. El argentino dominó de cabo a rabo la primera carrera disputada en la jornada del sábado y el domingo también lideró la manga matinal hasta que la aparición de la bandera roja obligó a repartir las cartas de nuevo.
Aunque volvería a dominar Colapinto, la decisión de los comisarios fue la de declarara ganadora a Belén García, rookie y primera mujer que consigue vencer en una de las pruebas de la F4 española, aunque en este caso después de ser la gran beneficiada junto a Nerea Martí por una sanción múltiple que recayó sobre los once pilotos que habían terminado la carrera por delante de ellas. En este caso fueron las dos únicas que respetaron el procedimiento en periodo de bandera roja tras el accidente de Ivan Nosov y Carles Martínez de la séptima vuelta.
Después de ganar una carrera y dominar otra, quedaba por ver qué podía hacer Colapinto en la última del fin de semana y partiendo desde primera fila. En uno de los Safety Cars, el piloto bonaerense perdía el alerón trasero y finalmente se vería obligado a entrar en boxes para montar uno nuevo después de ver la bandera negra con punto naranja. A partir de ahí, con menos de 10 minutos de carrera por delante, Franco emprendió una enrabietada remontada desde la última posición del pelotón hasta la séptima, mientras que por delante era Shihab Al-Habsi el que sacaba partido de su gran salida para anotarse el triunfo en un fin de semana de locos que ponía el broche de oro a un Racing Weekend que tiene las bases para atraer a mucha gente a los circuitos y a través de la retransmisión vía streaming.