De nuevo, Fernando Alonso ha optado por sacrificar sus posibles bondades en la sesión de clasificación para pelear por una mejor posición en carrera. La apretadísima zona media de la parrilla ha ayudado en la confección de una carrera muy igualada, como de costumbre en las posiciones traseras de la zona de puntos. Alonso se ha acercado al top 10 desde el arranque y se ha mantenido arriba en pelea con los Renault, los Haas y los Force India, realizando su parada bastante más tarde de lo previsto. Sin embargo, lo que parecía una estrategia extraña de McLaren se ha tornado en una muy buena maniobra que ha permitido al asturiano igualar el resultado de Bahréin sin necesidad de que otros pilotos abandonasen.
Alonso ya ascendió en la salida, dónde dejó atrás a Esteban Ocon y a Sergio Pérez, llegando a echar un poco al mexicano en paralelo en la curva 8. Lance Stroll pasó a los coches indios y su tapón permitió que el español se concentrase en presionar a los Haas, que intercambiaban posiciones ante el mayor ritmo de Kevin Magnussen. Presionó Alonso a Romain Grosjean y se situó al lado del francés sin llegar a adelantarle, aunque lo intentó por el exterior de una sucia curva 7 que no ayudó al MCL33. Los Renault parecían inalcanzables delante del asturiano y la temprana parada de Nico Hülkenberg y Carlos Sainz dejaba a Alonso en una dudosa posición.
Optó entonces el equipo inglés por alargar esa detención, hecho que dejó al piloto en pista con buenos tiempos en solitario pero bastante más lentos que los de Hülkenberg y Sainz. Alonso acabó parando en la vuelta 29, mucho más tarde que los rivales de zona media y salió 13º del pit lane, por detrás incluso de Ocon y Pérez. Pero apenas dos vueltas después llegó el choque entre los Toro Rosso de Pierre Gasly y Brendon Hartley, que propició la entrada del coche de seguridad por restos en pista. Renault y Force India optaron por hacer entrar a sus pilotos bajo Safety Car, saliendo únicamente Hülkenberg por delante de Alonso.
El asturiano resalió décimo y pasó a Grosjean con neumáticos agotados en la misma recta de meta. Hülkenberg se distanció de Magnussen, que contuvo durante varias vueltas a Alonso y a Sainz pero acabó cediendo ante el potente dúo español. El regalo definitivo para Alonso llegó en los últimos giros, cuando alcanzó a un Sebastian Vettel con más que probables daños realizados en un toque con Max Verstappen. El de McLaren no pudo con el de Ferrari en las rectas y se lanzó en las primeras curvas en la penúltima vuelta, rebasando al alemán en una maniobra al límite para repetir la séptima posición de la pasada semana.
La carrera ha sido divertida. El Safety Car nos vino un poco mal, sin él habríamos estado más delante. Íbamos décimos detrás de los Haas y tuvimos suerte de coger su rebufo. En la parte final atrapé a Vettel y no pude adelantarle con el DRS, pero vi que se iba largo en las curvas por los daños que tenía; me lancé en la primera oportunidad que pude y conseguí pasarle en la primera curva. Aun así hay que tener en cuenta que Vettel iba en clara desventaja, hay que intentar mejorar. Los domingos cumplimos el objetivo pero nos falta mucha velocidad, queremos dar mejores resultados a los aficionados de McLaren.
Alonso sigue así con un buen ritmo de declaraciones calmadas que rebajen la euforia. De cara al público el asturiano es consciente de que el MCL33 está aún lejos del trío delantero, incluyendo unos Red Bull cuyo objetivo se marcó tras el GP de Australia. Por lo menos parece estar situado con los pies en el suelo después de otra buena remontada, que vuelve a situar al equipo inglés con mejor potencial en carrera y a su piloto con ciertas ganas de buscar esa mejora que les permita alcanzar a los rivales, incluyendo a una escuadra Renault más sólida en un apretado pelotón.