En un fin de semana tan importante para la Super Fórmula como el de la última cita de la temporada 2017 —donde Pierre Gasly y Felix Rosenqvist optan al título—, la categoría japonesa ha aprovechado la atención centrada sobre Suzuka para presentar el coche que se usará a partir de 2019 en el campeonato. Confirmando que Dallara se mantiene como partner tecnológico, se han mostrado por primera vez imágenes del SF19, el sucesor del actual SF14. Este monoplaza será la nueva imagen de la Super Fórmula a partir de la temporada de 2019 y se espera que se mantenga en activo en un ciclo de cinco años, como es habitual.
Lo primero que llama la atención es que en Japón se rebelan ante la tendencia de tantas categorías de montar el Halo. En teoría, el SF19 estará aún sin él, aunque Akira Kurashita —presidente de la Japan Race Promotion— explica que el coche se diseñará para que este pueda ser incorporado en el futuro, en caso de considerarse necesario. A nivel de seguridad, el Dallara SF19 estará acorde a la normativa de Fórmula 1 de 2016, con lo que aún no tendrá la obligación de montar tan polémico elemento. Otro sistema que no ha recibido tanta aceptación en la Fórmula 1, Fórmula 2 o GP3 entre los más puristas, el DRS, tampoco estará presente en el coche nipón. Aunque el motivo era intentar mantener cierta pureza en la competición, también servirá para distanciarse del Fórmula 2 de 2018, también diseñado por Dallara.
De esta forma, mientras en Europa el Fórmula 2 utilizará DRS, en la Super Fórmula seguirán fieles a su popular OTS —OverTake System—, con 50 caballos de potencia disponibles durante veinte segundos en un total de cinco ocasiones por carrera, independientemente de si se está atacando, defendiendo o rodando en solitario. Pero los adelantamientos siguen siendo una de las preocupaciones de la JRP, que junto con Dallara ha tomado la decisión de priorizar aún más la parte inferior del monoplaza, reduciendo la eficiencia aerodinámica de los alerones y la carrocería mientras se aumenta de forma dramática el efecto suelo. La expectativa es la de rodar hasta dos segundos más rápido en 2019 que actualmente, pero sobre todo, permitir que los pilotos puedan rodar cerca de otros coches. Eso, a su vez, ayudará a que haya más adelantamientos.
A nivel estético, se han adoptado varios elementos de la Fórmula 1 actual, con un alerón trasero algo más ancho y más bajo, con unos endplates de estilo parecido. También se añaden direccionadores de flujo en los pontones laterales, con un frontal que recuerda a los coches de la categoría reina. En cuanto a la tímida aleta de tiburón que el SF14 ya lucía, se mantendrá en su sucesor. A pesar de todo, la estética será mucho más agresiva incluso que la actual, buscando recuperar ese factor de espectacularidad visual que tenía el Swift que se usó entre 2009 y 2013 y combinarlo con el rendimiento que Dallara logró con la máquina actual. Para ello, se mejorará la aerodinámica aunque se mantendrá exactamente la misma fórmula de motores turbo de 4 cilindros en línea y 2.000 centímetros cúbicos.
El plan es poner el coche en pista el próximo verano, una vez estén el diseño y la construcción finalizados. En ese sentido, será interesante ver quien lo prueba puesto que Hiroaki Ishiura aprovechó un año sin estar compitiendo en monoplazas para hacer de probador y ello le ayudó a ser campeón. En doce meses, las especificaciones deberían quedar ya fijadas para la temporada 2019, después de tres meses de pruebas. Finalmente, la entrega de los chasis se realizará en enero de ese mismo año. Por ahora, es pronto para determinar qué equipos van a seguir en el campeonato y si habrá alguno que caiga o incluso alguno que se sume a la competición. Lo que sí está claro y es inevitable es que en los próximos dos años haya unos gastos añadidos para todos los equipos participantes.
En otro orden de cosas, desde la dirección del campeonato se está contemplando la posibilidad de mandar imágenes on-board en directo de los monoplazas para televisión utilizando tecnología 5G. Actualmente está previsto probarlo en 2020 para poder utilizarlo en carrera en 2021. Además, la misma tecnología biométrica que se está planteando para la Fórmula 1 podría llegar a verse también en la Super Fórmula. De esta forma, el espectador podría ver los latidos por minuto del corazón de los pilotos entre otras cosas. La categoría más importante de monoplazas en Japón está dispuesta a seguir empujando y buscando los límites. Si la Fórmula 2 logra situarse por delante en cuanto a velocidad, es posible que en Japón recuperen el título oficioso de categoría más veloz fuera de la Fórmula 1 en 2019.