Si en la primera etapa estuvimos a punto de asistir a un hecho histórico con la primera victoria de etapa de una mujer en la categoría de coches después de 25 años, lamentablemente, podemos decir que este inicio del Rally Dakar 2025 nos ha dejado otro momento que quedará ya para los libros de historia, aunque en este caso, mucho más desagradable: Laia Sanz ha abandonado por primera vez en 15 años una edición del rally-raid más duro del planeta.
La exmotard española sufrió en la jornada de ayer un vuelco tras impactar contra una piedra cuando ya se encontraba afrontando la última parte de la etapa en medio del polvo dejado por Giniel de Villiers (que justo les acababa de adelantar) y después de haber logrado salvar bastante bien un día que se había planteado con muchas dificultades al haberse quedado sin la tercera marcha en su Century CR6-T 4×2 ya desde la parte inicial del recorrido y sumado posteriormente a problemas con la instrumentación digital.
Nos habíamos quedado sin la 3ª marcha en el kilómetro 20. Luego, metidos dentro del polvo, nos habían dejado de funcionar todos los instrumentos de navegación, así que habíamos decidido ir súper tranquilos para acabar la etapa. A 70 kilómetros del final, hemos pillado una piedra que no hemos visto por el polvo y hemos volcado. Estoy muy dolida, porque estábamos yendo muy bien, a pesar de que nos habían pasado cosas hoy. Creía que éste podía ser un buen año – Laia Sanz
Tras varias horas de reparaciones para tratar de llegar a meta y que los mecánicos pudieran preparar el coche para afrontar la temida etapa de 48 horas que se desarrollará desde este domingo. La catalana, junto a Maurizio Gerini logró llegar dentro del tiempo establecido por la organización para llegar a la meta (superaron alguna de las puertas apenas dos minutos antes de que se cerrara), sin embargo, ya en el vivac, las notificas fueron las peores después de que los comisarios de la Federación Internacional de Automovilismo hayan revisado el estado de la montura.
Los daños en la jaula de seguridad han llevado a dichos comisarios de la FIA a determinar que la desviación en las barras era lo suficiente como para que no pudiera seguir en carrera, lo que suponía en este caso no sólo no poder seguir peleando por la victoria entre los vehículos de la categoría T1.2 (4×2), sino que se quedaba sin la oportunidad de terminar su 15º Rally Dakar consecutivo entre las participaciones en motos y coches. Era un año en el que había depositado muchas ilusiones, ya después de acumular una importante experiencia con su actual montura y, aunque esta vez competía sin el apoyo del equipo Astara, sí que se encuadraba dentro de la estructura de SRT y del Century Factory Team, soñando tal vez en que en 2026 podría disponer de uno de los nuevos CR7 4×4 que tan buenas sensaciones están dejando en manos de Mathieu Serradori y de Brian Baragwanath.
