Ha pasado ya un mes desde el final del Rally Dakar 2021 y ha habido tiempo para que los cabezas de cartel se hayan preguntado qué será de ellos lo que resta de año. Muchos iniciarán ahora una preparación paulatina para la edición del año que viene combinando entrenamientos, búsquedas de presupuesto en el caso de los equipos privados y competiciones puntuales. Para otros será la oportunidad de afrontar nuevos retos que puedan aclarar cuál será su futuro, tal y como sucederá con Laia Sanz.
La motard catalana se bajó de su GasGas con ganas de descansar después de la que ha sido una de las experiencias deportivas más agónicas al no poder llegar al Dakar lo suficientemente preparada. Laia reconocía que el Extreme E será su siguiente gran reto este año, siendo consciente que su falta de experiencia sobre cuatro ruedas y las pocas oportunidades que iba a tener antes de empezar la competición iban a ser una losa competitiva que se hace aún más exigente cuando compartes un coche con alguien de la experiencia y éxito sobre cuatro ruedas como es Carlos Sainz, por si fuera poco, tu jefe.
La intención pasaba por tanto por buscar competir en otras citas off-road para seguir tomando el feeling con la categoría. Con la Baja Rusia ya disputada en condiciones invernales, Laia está preparando su presencia en la siguiente fecha del calendario FIA, la Baja Dubai, la cual se disputa este mismo fin de semana, del 19 al 20 de febrero. Lo hará en un Can-Am Maverick X3 SSV de South Racing (similar al que empleó Gerard Farrés), copilotada además por la persona de confianza de Sainz, su navegante, Lucas Cruz, teniendo por delante 200 kilómetros de carrera que seguramente le ayudarán a coger un poco más ese feeling e ir tomando ritmo de competición.
El objetivo es entrenar y aprender de cara al Extreme E. Necesito hacer kilómetros y, aunque es una Baja y sólo corremos dos días, me irá muy bien. Estoy muy agradecida a Carlos Sainz por todo el apoyo que me está dando, y también a Lucas Cruz por acompañarme en este proceso de aprendizaje. Es un honor y un lujo contar con él en mi primera carrera – Laia Sanz
Todo para llegar lista a abril, mes en el que se espera que se desarrolle la primera carrera de la temporada del Extreme E, en Al-Ula, Arabia Saudí. Obviamente le servirá también para compararse con otros participantes en la misma categoría, pero obviamente hay grandes diferencias entre un Side-By-Side y el ODYSSEY 21, especialmente en materia de suspensiones, prestaciones y las dimensiones de la propia carrocería, muy cercana a los Buggy T1 que nos encontramos año tras año compitiendo en el Dakar.
Por si fuera poco, aunque no parece su objetivo principal, la posibilidad de mostrarse competitiva frente a rivales que ya lo hicieron muy bien hace cuatro semanas, entre ellos Saleh Al-Saif con Oriol Vida de copiloto, le puede abrir las puertas para correr el Dakar 2022 en un SSV, viendo especialmente lo predispuestas que han estado especialmente las formaciones de Prototipos Ligeros de encontrar pilotos para sus coches este año. Cristina Gutiérrez precisamente aprovechó la oportunidad el pasado mes de enero y su victoria de etapa el primer día fue un aviso que le puede servir en el futuro para otros proyectos.
He podido hacer sólo un par de entrenamientos con un Can-Am, pero es diferente del que pilotaré en Dubái, así que empiezo desde cero. Será mi primera vez en un buggy con un copiloto y casi todo será nuevo para mí, pero me gustan los nuevos retos y estoy muy motivada. Espero terminar satisfecha, haber aprendido a pasar las dunas con un buggy, a escuchar las indicaciones de un copiloto, a pilotar en arena…
