En 2017 Grasser Racing Team dejó clara la competitividad del Lamborghini Huracán GT3 al imponerse en las Blancpain GT Series, además de llevarse con Mirko Bortolotti, Andrea Caldarelli y Christian Engelhart la Endurance Cup. Sin embargo en el arranque de la campaña 2018 el equipo austriaco está destacando más por polémicas reglamentarias que por los resultados en pista, aún siendo buenos.
Tras ganar una de las carreras de Sprint Cup en Zolder, en apenas diez días hemos visto a los coches de Sant’Agata Bolognese envueltos en dos situaciones poco agradables. Primero en el inicio del ADAC GT Masters alemán en Orschersleben los tres coches inscritos por Grasser fueron excluidos de la primera carrera del fin de semana por encontrar sistemas de telemetría ilegales en las verificaciones postcarrera. No negaré que se me pasó por la cabeza que ya habían encontrado la razón de su excepcional temporada 2017, pero el equipo respondió a todos los cínicos como yo con un doblete en la segunda carrera.
Por desgracia todo no quedó ahí. Bortolotti, Caldarelli y Engelhart iniciaron la defensa de la Endurance Cup en Monza con aceptable cuarto puesto tras clasificar 13º. Sin embargo la tormenta se desató a posteriori, con una nota de prensa bomba de Grasser en la que se quejaban de cambios en la Balance of Performance en mitad del fin de semana y asegurando que en estas circunstancias la próxima pretemporada se dedicarían a esquiar en lugar de gastar dinero en test…
Ante tal lamento en SRO no se han podido quedar callados y han querido dar explicaciones en público: en libres se detectó que los Lamborghini mostraban más potencia que la registrada durante el test en el que se elaboró la Balance of Performance para esta temporada. Y se decidió otorgar lastre a los Huracán GT3 para así compensarlo. ¿Suficiente? Ya veremos…
Foto | Blancpain GT Series