La lluvia sobre el asfalto de Monza recordó tardes especiales para Toro Rosso. Sin embargo, mientras que pilotos como Verstappen, Hamilton u Ocon exprimían estas condiciones para completar la que sin duda ha sido una de las clasificaciones más emocionantes de la temporada. El equipo de Faenza, la segunda escudería local por excelencia, no conseguiría meter a ninguno de sus pilotos dentro de la Q3, teniendo que conformarse ante lo que a buen seguro será una de las carreras más difíciles de lo que llevamos de temporada.
No pudo ser. Carlos Sainz se quedaba fuera de los 10 mejores tiempos en un día en el que no se ha encontrado cómodo ni con el coche, el cual no estaba obviamente preparado para rodar en estas condiciones con tanta agua (llevaban muy poca ala para tratar de contrarrestar las carencias del motor Renault). Después de haber probado a realizar el tiempo tanto con neumáticos intermedios como de lluvia, el madrileño era consciente de que no podría luchar por meterse en posiciones de honor, por lo que se mostraba no demasiado importunado al no haber podido meterse en Q3 consciente de que la carrera es mañana y que la penalización por el cambio de motor le iba a relegar inevitablemente al final de la parrilla.
En general tenía muchas ganas de hacer una buena clasificación, pero no ha habido manera. No tenía buen feeling ni con el coche, ni los neumáticos. Teníamos poca ala y prácticamente no merecía la pena de montar una configuración de agua. Nuestro día es mañana, hoy para nosotros no servía para mucho debido a esos 10 puestos de penalización. Trataremos de recuperar mañana con muy poca carga aerodinámica.
Al final decimoquinto, por detrás de un Daniil Kvyat que terminaba por sexta vez por delante del piloto español. Sainz mantiene una pequeña ventaja en el cara a cara con su compañero de equipo, escaso consuelo para Carlos en una sesión del sábado de transición, en la que les ha tocado sonreír a las otras jóvenes promesa de Force India y Williams.