Han realizado quizás una de las actuaciones más destacadas de los nuestros durante esta primera semana. Jesús Calleja y su copiloto, Jaume Aragall, completaron con gran nota las cuatro primeras etapas, dejándonos algunos tiempos realmente interesantes por parte del ‘Jeep’ que se encuentra pilotando el aventurero y presentado leonés para esta edición del rally-raid más duro del planeta y dejando a su vez en evidencia el gran trabajo de adaptación realizado durante 2017, año en el que se preparó realizando varias Bajas y pruebas off-road.
Sin embargo, su gran actuación sobre las dunas de las etapas dos, tres y cuatro, (llegaron a estar 37º de la general) se empezó a torcer cuando unos problemas con el motor le empezaron a acosar en la quinta jornada. El equipo de mecánicos que acompaña a Calleja determinó que el propulsor se encontraba en muy mal estado debido a la utilización de un combustible de baja calidad o en mal estado, algo que también denunciaron durante estos días otros competidores, especialmente dentro de la categoría de quads.
Las cinco primeras han sido de arena y muy duras, como ya nos había comentado Carlos Sainz a los más novatos. Creo que nunca ha habido un Dakar sudamericano con unas dunas así, han sido muy técnicas, muy blandas y muy altas: todos los ingredientes para tener muchas dificultades. Pero a su vez son muy bellas; nos hemos visto sobrecogidos por las montañas de arena, cuando te adentras en ellas te da una sensación que yo llamo susti-gusti: imponen mucho, pero admiras estar allí, me ha parecido un reto maravilloso.
Esta reparación de urgencia obligó al equipo a tener que salir en los últimos lugares durante la sexta etapa, incluso por detrás de los camiones, lo que les conllevaba no sólo una importante penalización, sino también la necesidad de superar a los más lentos dentro de esta categoría y además encontrarse el recorrido completamente destrozado por el paso de estos gigantes que no dejan nada a su paso.
Esto pasó factura a la mecánica del vehículo, el cual terminó perdiendo todos los espárragos en una de las ruedas y obligando a Calleja y su copiloto a readaptar el resto y sustituir los espárragos de dichas ruedas trabajando durante más de dos horas a más 4.000 metros de altitud. Sin duda, tendrá muchas historias que contar a su vuelta a España, entreteniéndonos con unos de sus ya tradicionales especiales de ‘Planeta Calleja’ cargados de motor en el que esperemos que nos cuente también su experiencia en el resto de carreras disputadas en 2017 (Baja Aragón, Rallye de Marruecos, Baja California con un buggy y la Abu Dhabi Desert Challenge).
Todo empezó en la quinta etapa cuando, a 14 kilómetros de llegar a meta, se nos estropeó el motor y no podíamos repararlo. Nos tuvo que remolcar un camión que participaba en el rally y que iba entre 80 y 100 km/h. Fue una sensación terrible, íbamos dando unos botes increíbles, saltando dunas y baches, pero aguantamos hasta el final. Luego pasamos nueve horas más en el enlace, remolcando el coche hasta el bivouac, aunque apenas teníamos tiempo para reparar el motor y no habíamos dormido en un día. Finalmente pudimos empezar la sexta etapa casi al límite del tiempo y los últimos, por lo que tendremos una penalización de horas. Por desgracia, en medio del recorrido, se nos salió una rueda y tuvimos que pasar otras dos horas reparándola.
Amigos antes de ayer un camión nos remolco 14 km hasta la meta a 100 km/h!! por avería, perdimos mucho tiempo pero sigo en carrera del Dakar!
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