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Las dunas cortadas, el peligro invisible del Dakar

Etapa demasiado rápida y peligrosa. Así la han descrito muchos de los competidores esta mañana. En parte estaban avisados. Se esperaba un día complicado para comenzar esta etapa maratón, con grandes dunas especialmente en la última parte del recorrido y, en resumen, una jornada para poder sacar diferencias. Sin embargo, lo que muchos no esperaban era tener una primera parte tan a fondo, salpicada en este caso por peligrosas dunas cortadas que han hecho que por ejemplo hayamos terminado viendo el segundo vuelco de Fernando Alonso como piloto de rally-raids.

Una buena muestra de lo complicada que estaba siendo la jornada es que debido al gran índice de caídas y de accidentes, la organización se ha quedado sin helicópteros para poder garantizar la seguridad de los participantes que llegaban a la segunda parte, algo que ha obligado finalmente a recortar la etapa a menos de la mitad del recorrido inicialmente previsto. Alonso y Coma se dejaban más de una hora antes de llegar al kilómetro 87 de los 223 que finalmente se han tenido en cuenta, con los españoles pudiendo seguir en carrera a pesar del accidente.

Dos vueltas de campana, el parabrisas dañado y dos ruedas pinchadas. Los ocupantes del Toyota Hilux V8 4×4 con el dorsal #310 han completado la etapa de nuevo con gafas de motocross para así poder soportar el viento y la arena, mientras que la montura podrá ser adecentada por ellos mismos y sin asistencia de los mecánicos a su llegada al vivac. Parece que han conseguido otro parabrisas del camión que compite y les sirve de asistencia, por lo que no tendrán que salir en unas condiciones que ya experimentaron en Sudáfrica hasta en dos ocasiones. La zona era muy compleja y con el corte, otros pilotos han tenido serias dificultades para evitar el vuelco, algo que por ejemplo también le ha pasado a Yazeed Al-Rajhi.

Protagonistas de nuevo 19 años después:

Era una imagen que ya conocíamos de la etapa africana de la carrera organizada por ASO. En el París-Dakar-El Cairo del año 2000, nos encontramos una jornada negra a falta de cuatro días para terminar en la que cuatro coches del grupo de Prieto, Sousa, Masuoka, Shinozuka, De Mevius y de Lavergne sufrían fuertes impactos al caer de una duna cortada. La razón de aquel incidente es que este grupo de pilotos que salía juntos desde la segunda tanda, se habían desviado del recorrido, por lo que el peligro, en forma de una gran caída desde una enorme cresta de duna, no estaba señalado en el Roadbook.

Las consecuencias físicas fueron importantes, especialmente en el caso del copiloto de Sousa, el cual perdía la movilidad en las piernas por las lesiones en la espalda producidas ante la compresión. Hoy se ha vuelto a vivir una situación similar, al menos en la tipología del accidente, ya que, por la presencia de fotógrafos y espectadores, todo parece indicar que esta vez no había habido ningún tipo de desvío, por lo que el peligro seguramente estaba bien señalado por Thierry Magnaldi y Jean-Paul Cottret que hasta ahora han hecho un trabajo espectacular con el libro.

Mismo lugar del vuelco de Fernando Alonso y la librada de Al-Rajhi, la Toyota Hilux V8 4×4 del ruso Roman Starikovich (mudado posteriormente a Chipre, lugar en el que reside), el cual tiene una relación de amistad con Nasser Al-Attiyah, ha sufrido un durísimo aterrizaje tras la duna cortada, después del que ha tenido que ser evacuado en helicóptero por una lesión en su espalda de la que esperamos que se pueda recuperar totalmente. Su copiloto Bert Heskes también ha tenido que recibir atención médica.

Un día, con mi esposa, decidimos compartir nuestros sueños. Ella dijo que quería aprender a bailar la rumba, y yo le dije que me gustaría participar en un rally, probablemente el Dakar. Sabía que era un poco difícil. Pero si tienes un sueño así, ¡un súper sueño! Tienes que seguir adelante. Estaba un poco inseguro, así que lo busqué: la historia del Dakar, cómo empezar, los ganadores anteriores. Al día siguiente, aproximadamente a las 10 a.m., recibí una llamada telefónica y la persona en la línea dijo: ‘Hola, amigo mío, soy Nasser Al-Attiyah, soy un ganador del Dakar, tal vez pueda ayudarte’. Pensé que era una broma. Resultó que estaba en Chipre en ese momento para una competencia de tiro, y un amigo común le había contado mi sueño. Cuando envía un mensaje al universo y el universo responde, ¡no puede negarlo! Así que mi camino a Dakar comenzó cuando conocí a Nasser en abril de 2015. Fue una coincidencia increíble

Foto | Danny F. Chen (responsable de prensa de Motorsport para Toyota Europa)

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Iván Fernández

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