Durante las sesiones del Roar y en la calificación para las 24 Horas de Daytona, algunos pilotos de la clase LMP2 protestaron abiertamente contra la IMSA debido a que perciben que las restricciones impuestas para favorecer a la clase GTP les han perjudicado tanto que hasta les cuesta marcar diferencias con respecto a los LMP3 y los GT, sobre todo en el paso por curvas. Uno de los más críticos fue Ben Keating, quien señaló que ralentizar a los LMP2 dificulta el adelanto de rezagados y eso representa un problema en una carrera tan larga.
Ocho Oreca 07 Gibson tomarán la salida en las 24 Horas de Daytona, con aproximadamente unos 50 caballos de potencia menos con respecto a la edición del año pasado, además de la adición de 10 kilos de peso, lo que, según los pilotos de la clase LMP2, provoca que los prototipos de segundo nivel tengan un rendimiento muy similar a los LMP3 en la parte interna del circuito, así que deben esperar hasta las largas rectas para marcar diferencias. Es obvio que el límite de revoluciones aplicado a los LMP2, 700 RPM menos que el año pasado desde la primera hasta la quinta velocidad y 200 RPM menos en la sexta marcha, está distorsionando la división.
En palabras de Ben Keating:
Creo que lo más importante para nosotros es la reducción de RPM. Solíamos tener una gran aceleración en comparación con los autos GT y LMP3. Con esa reducción de RPM, caemos tan bajo que no tenemos potencia cuando cambiamos, por lo que no salimos con fuerza de las curvas. Normalmente adelantas un coche GT entre [la curva] 3 o saliendo de la 5 antes de entrar en la 6. Ahora es muy difícil hacer eso porque no se tiene aceleración.
Por su parte, John Farano, actual campeón de la clase LMP2, sostiene que si determinadas condiciones se presentan en pista, un LMP2 puede ser superado por un LMP3. Argumentó que si un piloto bronce de un LMP2 compite con neumáticos usados frente a un Pro al volante de un LMP3 con neumáticos nuevos, la ventaja en las curvas la tendrá el prototipo de tercera clase y de presentarse algún tipo de disputa, los beneficiados serían los GT. Como se advierte, los LMP2 y LMP3 no pueden permitirse retrasar su ritmo, de allí que no se explica las razones para que la IMSA castigue tanto a los LMP2 cuando es obvio que los GTP se van a desarrollar a medida que transcurra la temporada y la brecha será demasiado grande.
En tal sentido, Anders Fjordbach, piloto de High Class Racing, manifestó que debido a la paridad entre LMP2, LMP3 y los GT es probable la sucesión de muchas colisiones puesto que realmenta costará rebasar en la pista interna. Al ir los LMP2 más lentos, los pilotos de tales prototipos deben asumir mayores riesgos que el resto y eso no debería ocurrir porque, en teoría, disponen de los coches más rápidos de las clases inferiores.
Vía Sportcar365