Laurent Rossi, CEO de Alpine, reflexionó acerca de lo que significa para Renault no contar con clientes en la Fórmula 1, luego de iniciar esta era híbrida con cuatro. Sin duda la ausencia de clientes ha perjudicado el desarrollo de la mecánica y también ha afectado el nombre de Renault puesto que en la actualidad es el único fabricante asociado a su propia escudería. Para Rossi, todo este escenario deriva de malas políticas aplicadas en el pasado, sobre todo el conflicto verbal que se estableció con Red Bull y que les dejó muy mal parados ante la opinión pública.
En la Fórmula 1 híbrida, establecida a partir del 2014, las unidades de potencia Renault han logrado victorias, oficialmente, en cuatro ocasiones, mientras que las renombradas TAG Heuer lo hicieron en nueve. Acá se demostró que todo el éxito alcanzado en la era V8 junto a Red Bull Racing se había disipado y la relación llegó a un punto de no retorno que al final les perjudicó. El pleito entre Cyril Abiteboul y Christian Horner terminó de inclinar la balanza hacia Red Bull y entonces Renault quedó como el malo de la partida.
Ante este antecedente, Rossi admite que se debe mirar con seriedad lo que sucedió porque fue una señal, a partir de allí perdieron atractivo para los clientes, a tal punto de ahora no tener ninguno. Lo más preocupante es que Alpine tiene un plan a largo plazo, de al menos cinco a diez años en la Fórmula 1, y no se advierte otro equipo interesado en unirse, ni siquiera a través de un trato preferencial. Ese punto en particular ha afectado todo el programa de motores porque se ha frenado el desarrollo al no contar con más información más allá de la que proporciona Alpine.
Ahora Alpine debe enfocarse en su único esfuerzo y desarrollar el motor en una sola dirección ya que no tienen alternativa. Lamenta Rossi la ausencia de clientes, pero es obvio que no estaban satisfechos. Se entiende que contar con un equipo de fábrica representa una ventaja, pero ello suele ser relativo. Espera Rossi que el panorama para Renault cambie en los próximos años porque sería de su agrado trabajar junto a dos o tres clientes en el futuro.
En palabras de Laurent Rossi:
No es una ventaja frenar el desarrollo. Aparentemente ya no tenemos crédito frente alos demás equipos, pero tenemos que mirarlo con seriedad. Nuestro motor ya no era atractivo para los clientes. En el pasado, a menudo nos disparábamos en el pie ajustando demasiado nuestros motores según los deseos del cliente. Una vez que todo haya ido bien, sería bueno tener uno o dos clientes nuevamente.
Vía | Nextgen Auto