Gracias a Goodyear España Diariomotor Competición tuvo la oportunidad de acudir a una proyección previa al estreno de la película más esperada del año entre los aficionados al automovilismo, Le Mans ’66. Como ya os hemos venido contando durante meses, el largometraje protagonizado por Matt Damon y Christian Bale se basa en el exitoso libro Go like hell para resumir el desafío que Ford planteó para batir a Ferrari y conquistar las 24 Horas de Le Mans en los años sesenta.
Lo primero y lo más importante es que hablamos de una buena película. Las dos horas y media no se hacen pesadas, se aprovecha la gran historia detrás de esta legendaria batalla y se sale del cliché de la película de acción para darle la importancia a los personas, muy en la línea de Rush. Muchos de los olvidos o simplificaciones van destinadas no tanto a reescribir la historia como a hacerla más digerible para el público general, mas hay suficientes detalles como para enamorar a los ‘petrolheads’. Incluso las explicaciones más básicas están bien resueltas a través de la trama de los Miles, padre e hijo. Además seamos sinceros, encontrarle fallos al primer, segundo y tercer visionados son parte del encanto de cualquiera película de carreras.
Como decíamos, el peso de la película recae en sus protagonistas, Matt Damon y sobre todo Christian Bale están perfectos y resulta todo un acierto que se conviertan en el eje de la película. Especialmente porque de haber intentado hacer una película de acción al uso hubieran fracasado. Las escenas de carrera dejan que desear, recordando en ocasiones a Días de Trueno. Y parece que cuanto más presupuesto tiene una película peor encaran esas partes, olvidándose por ejemplo de lo bien ejecutada que estaba Rush en ese aspecto limitándose a planos cortos o aprovechando recursos como árboles para no tener que recrear esas escenas con todo lujo de detalles.
En el aspecto puramente carrerístico, la mejor documentación se ha hecho en lo que respecta al automovilismo estadounidense de la época. La parte inicial de la prueba es una maravilla, mostrando de forma magnífica cómo eran las carreras de la SCCA y a cualquier aficionado le agradará oír hablar de nombres como Dan Gurney, Bob Bondurant o Brumos. También se te escapa una sonrisa al ver aparecer a Holman-Moody y sus revolucionarias paradas en boxes, demostrando que los ‘paletos’ de la NASCAR también podían dar alguna que otra lección al resto. Aunque se centran en resistencia, hay que comentar que su privilegiada relación con Ford hizo que fueran importantes en el desembarco de Lotus con la casa americana en las 500 Millas de Indianápolis. Eso sí, resulta casi imperdonable la omisión de Sebring, salvo por una breve mención de la Triple Corona que Miles estuvo a punto de conquistar el mismo año.
Cierto es que lo de Sebring se une a otro buen número de omisiones o atajos. El proyecto Ford GT40 arranca dos años antes de recurrir a Carroll Shelby, pero la película da a entender que nace directamente con él al mando tras unas brevísimas, fallidas y celebérrimas negociaciones de los americanos con Ferrari. Al menos y aunque no entren en detalles, sí se reconoce que el origen del mito americano es inglés… También es normal que los aficionados se lleven las manos a la cabeza con los detalles técnicos, algunos fallos básicos (no puede ser de noche al mismo tiempo en Le Mans y California, no puede ser que el piloto llegue en la víspera de la carrera…) o que se cuestione hasta qué punta está exagerada la figura de Miles (es de justicia reconocer su importancia y que debió conquistar la Triple Corona, pero los nombres propuestos por Ford en la película para sustituirle son los lógicos y famosos en aquel momento, por ejemplo).
Pero el resto de detalles maquillados son lógicos, hablamos de una película para todos los públicos y la esencia se mantiene: el duelo entre ambos lados del Atlántico, la lucha entre carreristas y mundo empresarial, la personalidad de los pilotos, se huye de la loa hacia Ford… ¿Que no es totalmente fidedigna? Si lo fuera sería un coñazo. Y además así podremos discutir durante meses al respecto. Objetivo conseguido.
Foto | FOX