Leonel Pernía deja de ser el escolta y se lleva el título del Súper TC2000

En el automovilismo los pilotos de élite suelen aguantar años en las partes altas de las clasificaciones, siempre con las ganas de vencer y un teórico prestigio previamente acumulado. El complicado mundo argentino tenía hasta este pasado fin de semana uno de los bridesmaids más importantes del motorsport en Leonel Pernía, que finalmente rompió su mala racha y obtuvo a los 44 años su primer título del Súper TC2000. Subcampeón en 2009, 2010, 2013, 2014 y 2015 (incluyendo dos derrotas dolorosas yendo líder con Norberto Fontana en 2010 y Néstor Girolami en 2015), Pernía consiguió el mayor trofeo de su carrera ante los esfuerzos de Matías Rossi.

Agustín Canapino le arrebató el liderato a Pernía en la arrancada en parado, dónde Rossi superó a Facundo Ardusso para subir de quinto a cuarto. Ricardo Risatti salió derrapando de la escapatoria de arena de la primera curva y regresó a pista de costado aunque sin tocar a ningún rival. Julián Santero presionó a Pernía en los primeros compases y el de Renault mantuvo la compostura a pesar de la cercanía del segundo piloto de Toyota, que acabó dejando pasar al jefe de equipo Rossi al comienzo de la quinta vuelta. De nuevo Renault y Toyota comandaron el grupo, con permiso del excelente Canapino.

Los otros Renault estaban ocupados en el medio del pelotón: Matías Milla atacó a Marcelo Ciarrocchi por el octavo puesto y Facundo Conta se quedó detenido con el motor desfallecido. La imposibilidad de Canapino para escaparse hacía que Pernía, Rossi, Santero y Ardusso andasen cerca del piloto de Chevrolet, vigilando desde la distancia Mariano Altuna y Mariano Werner. Ciarrochi, Milla y Matías Muñoz Marchesi cerraban la zona de puntos distanciados entre ellos, brillando Bruno Armellini en su regreso a la categoría al dejar atrás a sus compañeros Tomás Gagliardi Genné y Bernardo Llaver en busca del adelantamiento sobre Muñoz Marchesi.

Sin embargo, la proximidad de los punteros no dio ningún movimiento reseñable, en parte facilitado por la estrechez y rectitud del circuito de Neuquén. Ardusso acabó su defensa del bicampeonato en la grava con un problema de temperatura en el motor a falta de seie giros y los responsables de Renault contenían la respiración para que no le ocurriera lo mismo a Pernía, siempre con Rossi pegado a su espalda y sin poder rebasarle. Nada cambió y Rossi agradeció el trabajo de Santero cediéndole su posición de podio bajo la bandera a cuadros.

Canapino ganó la carrera y Pernía logró al fin su ansiado cetro después de cinco subcampeonatos y una sensación de tiempo descendiente en su reloj de piloto, uniéndose a Rossi, Ardusso y Canapino como campeón en activo de la categoría. Santero cerró el podio por delante de Rossi y Altuna, resistiendo Werner los ataques finales de un guerrero Ciarrocchi que ha acabado muy bien su temporada de debut. Milla, Muñoz Marchesi y un soberbio Armellini sumaron los últimos puntos de un 2019 marcado por el dominio de Renault y Toyota, una era turbo que deberá cambiar en un 2020 sin Fiat y un coche nuevo que permita más pelea y contacto.

Clasificación final STC2000 2019