Leonel Pernía y Renault abren con buen pie un comienzo convulso del Súper TC2000

El Autódromo Oscar y Juan Gálvez albergó la primera cita en 2018 del Súper TC2000, uno de los campeonatos más importantes de Argentina que ha desembocado en una extraña situación en su séptima temporada. Y es que de repente la segunda categoría más popular del país ha perdido casi un tercio de su inscripción, alejándose de los 30 pilotos habituales de la temporada pasada y quedándose en 22, que dieron un espectáculo de accidentes y situaciones difíciles de explicar en el revirado Circuito 9 del famoso autódromo porteño.

En 2017 se introdujo una corta carrera de clasificación para la tarde del sábado, que define la parrilla para la ronda dominical y que a partir de esta temporada otorga la mitad de puntos respecto a las citas de domingo; el número de pilotos puntuables ha aumentado de cinco a seis. La tranquilidad mandó en los pilotos de élite, la mayoría de los cuales siguen en las posiciones de cabeza. El vigente campeón Facundo Ardusso ganó sin arriesgar bajo el descendiente sol del sábado, por delante de otro campeón en Agustín Canapino y del eterno subcampeón Leonel Pernía. Cerraron la zona de puntos Mariano Werner, Martín Moggia y Bernardo Llaver.

La carrera del domingo incorporó la novedad de arrancar en parado, un hecho nada habitual en el automovilismo argentino. Canapino aprovechó su mayor experiencia en este tipo de salidas y pasó a Ardusso en el curvón para ponerse líder en condiciones resbaladizas, aunque el coche de seguridad salió de inmediato ante la salida de pista de un Damián Fineschi que se quedó sin posibilidades de remontar tras un accidente en la clasificación. Facundo Conta se salió bajo condiciones de Safety Car, con el trazado mojado por una llovizna que aumentaba y hacía que algunos equipos movieran sus estrategias hacia los neumáticos rayados.

Pernía adelantó a Ardusso por el exterior de la entrada a los Mixtos, la zona revirada interior, y atacó a Canapino en el mismo lugar. Pocos pilotos cambiaron gomas y los que lo hicieron se perjudicaron mutuamente: Facundo Chapur salió de forma precipitada y chocó en el pit lane con el Toyota de Julián Santero, quedando trompeado en el carril de boxes. En pista continuaron las incidencias, ya que Matías Muñoz Marchesi se llevó por delante a José Manuel Urcera en el curvón luchando por la séptima posición. Muñoz Marchesi quedó en la entrada al circuito largo, mientras Urcera se dejaba el frontal de su Citroën en un charco. Chapur y Muñoz Marchesi serían descalificados por las peligrosas maniobras contra sus rivales.

Alessandro Salerno se accidentó yendo en zona de puntos y provocó otro Safety Car, en lo que era hasta entonces una buena confirmación de su talento en el Junior de Peugeot. Los Renault de Pernía y Ardusso acosaron a Canapino, que empezó a soltar humo blanco hasta romper el motor de su Chevrolet en un golpe de efecto que puede ser importante para el campeonato. Moggia y Manuel Luque patinaron en el aceite que dejó Canapino y tuvieron que abandonar en un asfalto complejo.

Renault consolidó el doblete en el acortado evento, ganando Pernía por delante de Ardusso, Werner y Llaver. El bicampeón Néstor Girolami fue prudente en su regreso al campeonato y consiguió un valioso quinto puesto, aguantando los ataques de Emiliano Spataro. Santero remontó 14 posiciones, finalizando octavo a pesar del choque con Chapur en el pit lane, mientras que Federico Iribarne acabó noveno y sumó puntos después de una carrera tensa. Solo la mitad de pilotos llegaron a meta, una masacre con una poca inscripción más que solventable de cara a la siguiente cita, que tendrá lugar en el Autódromo Juan Manuel Fangio de Rosario.

Clasificación tras Buenos Aires