De acuerdo con las reglas vigentes, un monoplaza de Fórmula 1 con todo y su piloto debe pesar 734 kilos. Sin embargo, a partir de 2019 el piloto será pesado por separado y deberá registrar en la balanza 80 kilos, de no llegar a tal cifra será colocado un lastre alrededor de su asiento. Al respecto, Lewis Hamilton, el actual campeón de la categoría, no dudó en señalar que la medida es de su agrado porque ahora tiene un peso corporal de 66 kilos y la nueva normativa le permitirá entrenar para ganar masa muscular, tal como le hubiera gustado hacer desde hace años.
Para Hamilton, la medida es muy buena para todos ya que aquellos de estatura superior al promedio de un piloto, o con huesos más grandes, eran obligados a realizar dietas estrictas para adelgazar, algo que definitivamente incide en el rendimiento de un deportista. Los pilotos más ligeros tenían la ventaja porque podían bajar el centro de gravedad de su coche. Explicó que cumplir con la nueva reglamentación será un desafío porque cada quien deberá establecer un peso ideal que les permita seguir siendo lo suficientemente rápido para la Fórmula 1, inclusive con un centro de gravedad más alto o con lastre en la cabina.
Estoy emocionado por el reto de cambiar mi programa de entrenamiento el próximo año porque debería convertirme en un atleta diferente. Siento que mi peso ideal es mayor que el actual, por eso creo que la nueva regla es genial. Podré aumentar el consumo de calorías, estar más pesado y por supuesto ser más fuerte, con el desafío que representará mantenerme igual de rápido y ágil.
Vía | Speedcafe