La vida sigue igual y nada ha cambiado entre Sakhir y Shanghái. La primera jornada del Gran Premio de China, ha confirmado la tendencia que estamos viendo en este inicio de temporada. Los tres equipos punteros, -Ferrari, Mercedes y Red Bull- están siendo inalcanzables y la diferencia entre ellos es sumamente baja. Sin embargo, a diferencia de la cita anterior, Lewis Hamilton ha enseñado los dientes y ha dominado ambas sesiones. Kimi Räikkönen ha quedado en segunda posición a tan sólo siete milésimas del británico. Por su parte, Valtteri Bottas se ha tenido que conformar con la tercera plaza.
La primera sesión comenzaba con el cielo encapotado y con la pista bastante verde y sucia. Esta tanda ha sido un tanto extraña, los pilotos no se encontraban del todo cómodos en sus monoplazas y han tenido que lidiar con las fuertes rachas de viento. El más rápido fue Lewis Hamilton, que se creció ante la adversidad y fue el único capaz de bajar del 1:34 sacando más de tres décimas a Räikkönen, confirmando que este fin de semana veremos un mano a mano entre los de Brackley y Maranello, siempre contando con la posible presencia, eso sí un peldaño por detrás, de Red Bull.
La lluvia no ha estado presente pese a que en algunos instantes de la sesión algunos pilotos reportaban por radio que estaban viendo algunas gotas de lluvia en las viseras de sus cascos. A todo ello, han sido varios los pilotos los que han hecho varias excursiones por la inestabilidad de sus monoplazas en la pista. Entre ellos cabe destacar Valtteri Bottas en la primera curva, Stoffel Vandoorne en el sector intermedio o Max Verstappen en la última curva del circuito.
En la sesión de la tarde las cosas no cambiaron demasiado respecto a la mañana. Lewis Hamilton fue el más rápido, aunque se alarmaron en el garaje de Mercedes tras ver que se consumían muy rápidamente los neumáticos ultrablandos. Por su parte, en Ferrari han dado un paso adelante significativo, puesto que las cuatro primeras plazas han sido ocupadas por los pilotos de Mercedes y Ferrari con una diferencia prácticamente mínima de alrededor de una décima. Los pilotos de Red Bull han estado un tanto desaparecidos, con Verstappen quinto y Ricciardo noveno.
El top 10 lo terminaron conformando los dos pilotos de Renault, Kevin Magnussen y Fernando Alonso, pero la diferencia entre el quinto y el sexto es realmente grande, superior al medio segundo. Por su parte en McLaren han tenido una sesión un tanto ajetreada, durante la primera mitad estuvieron haciendo simulacros de clasificación rodando a la vez para aprovechar el rebufo y así, superar la barrera de los 300km/h en la larga recta de Shanghái, siendo un Gran Premio más, el principal lastre de los de Woking, que están siendo el equipo con la velocidad punta más baja de la parrilla.
A diferencia de la primera sesión, la segunda no ha estado marcada por muchos incidentes. Por una parte, han sucedido diversas pasadas de frenadas buscando el límite del monoplaza. Mientras tanto, tan sólo ha habido dos trompos, los de Stroll, que perdió parte del retrovisor derecho, y Grosjean. El susto de la sesión lo ha marcado Vandoorne que ha sido víctima de un problema en un pit-stop en el que no fijaron bien una de sus ruedas, viéndose obligado a terminar la sesión antes de tiempo.
La estrategia de carrera parece ser un tanto imprevisible, pero estará marcada por los neumáticos ultrablandos, que serán los que utilizaran los pilotos que entren en la Q3 salvo que la clasificación se dispute en mojado, puesto que este compuesto únicamente dura 10 vueltas. Durante la tercera sesión de entrenamientos los equipos seguirán trabajando en pulir algunas partes de su puesta a punto y en terminar de comprender los neumáticos.
