En la parte final de la pretemporada de Fórmula 1, los equipos preparan un poco más su velocidad pura con cautela. Nadie quiere enseñar demasiado sus cartas de cara al Gran Premio de Australia y a la primera mitad de una larga temporada dónde los contendientes por el título esperan pacientemente. Lewis Hamilton no se fía de la competencia y da la ventaja inicial a Ferrari después de los test de Barcelona, sin dejar de creer que la virtual remontada de Mercedes es posible. «Ferrari es el equipo más rápido», comenzó el vigente campeón. «Tengo otra montaña a escalar y eso solo me puede motivar a ser mejor».
Siempre y cuando tenga posibilidades de pelear, Hamilton prefiere no desvelar sus preferencias y dar la lucha por abierta en la zona alta y media. «Hay tres equipos arriba y los demás se han aproximado y han reducido las diferencias del pasado, no sé quien puede ser cuarto pero habrá que vigilarles de cerca», explicó antes de reafirmar el favoritismo de Ferrari en cuanto a ritmo. «Creemos que estamos a medio segundo de Ferrari pero no sabemos qué mapas motor o qué cargas de gasolina llevan los demás equipos. Sí que creemos que el año pasado estábamos más cerca que ahora».
Todas las hipótesis sobre el mejor coche de unos u otros quedan acalladas por el propio piloto cuando menciona que «no hay premios por ser rápidos en los test» dando la verdadera prueba de fuego en «el sábado del GP de Australia». Es probable que en la clasificación o incluso en el tercer entrenamiento libre en Albert Park se empiecen a corroborar las posiciones de todos los protagonistas de la temporada, incluyendo unos neumáticos que no son del gusto de Hamilton. «Prefería los neumáticos de 2018, tenían una denominación más fácil y un manejo más progresivo. Sin embargo nos acostumbraremos como cada año», advirtió.
Aunque vea la base como difícil y con mayor riesgo, el inglés sigue confiando en el potencial de un grupo que ha ganado los últimos cinco años y que define como inmejorable, repitiendo las sensaciones optimistas de Valtteri Bottas y dando opción de trabajo sólida a sus mecánicos e ingenieros. «El coche tiene mucho potencial de mejora, confío en el equipo y creo que esta será la temporada más difícil de todas con ellos», dijo Hamilton.
