“Únicamente me gusta conducir en la pista, pero a veces, hago excepciones”. Así era el texto elegido por Lewis Hamilton para subir su último Reel a la conocida red social de Instagram. El británico nos dejaba ver una parte de su día a día, quizás la más especial, la más callejera y una experiencia capaz de poner los dientes largos a todo aquel aficionado a los automóviles.
Y es que parece difícil encontrar a alguien en el mundo al que le apasionen los coches y que no haya soñado alguna vez en su vida el conducir un deportivo japonés en la noche de Tokio. Especialmente aquellas generaciones a las que les marcaron trabajos como la tercera entrega de la saga de películas de ‘Fast and Furious’ (A Todo Gas en España), o que se dejaran contagiar por el espectacular ambiente de los primeros títulos Underground de Need For Speed, seguramente han visto con algo de envida sana ese pequeño vídeo por parte del heptacampeón del Mundo de la Fórmula 1, el cual, al parecer fue grabado en la víspera del Gran Premio de Japón 2022.
Con volante a la derecha y cambio manual en H tal y como marcan los cánones, Lewis Hamilton se encarga de exprimir una de las grandes joyas del mundo JDM (Japaense Domestic Market), el Nissan Skyline R34, uno de los responsables de que la leyenda del Godzilla de las cuatro ruedas se haya hecho cada vez más grande con el paso de los años, hasta el punto de que en una época en la que era cada vez más difícil encontrar deportivos de los fabricantes asiáticos, Nissan no tuviera otro remedio que revivir al mito con la creación del GT-R.
Con una sonrisa de oreja a oreja, a Hamilton se le puede ver conducir amparado por la noche del país asiático y en esas hipnóticas carreteras del Tokyo Expressway que han protagonizado desde películas, hasta series de televisión o circuitos en videojuegos. Trompos, acelerones y una imagen muy distinta a la que nos viene trasladando de un tiempo a esta parte el propio Lewis. Más de un millón de visitas y contando… pero nadie le podría echar en cara que, estando al volante de un R34, la parte racional de uno mismo sea capaz de controlar el pie derecho.
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