Lo vais a leer de mil maneras de aquí a Malasia, pero el resultado seguirá siendo el mismo. Lewis Hamilton conquistó este domingo una inesperada victoria en el trazado de Marina Bay y puso tierra de por medio con respecto a Sebastian Vettel después de que el alemán quedara fuera de carrera en la primera vuelta, al tocarse con Max Verstappen y su compañero Kimi Räikkönen. ¿Punto de inflexión para el Mundial 2017? Tiene toda la pinta.
La lluvia apareció este domingo en Singapur y pese a todos los temores en torno a la falta de visibilidad, Dirección de Carrera nos sorprendió permitiendo una salida desde parado, ante lo cual algunos reaccionaron partiendo con neumáticos de lluvia extrema (Hülkenberg, Alonso). No tanto porque la pista estuviera encharcada como por tener un extra de tracción en la salida. Pero todo quedó condicionado por el accidente de la salida.
Kimi Räikkönen realizó una extraordinaria arrancada que le permitió colocarse en paralelo con Max Verstappen. El neerlandés se movió ligeramente a la izquierda, quién sabe si para cerrarle o para viendo que Sebastian Vettel venía cruzándose de forma constante hacia ellos, pero el desastre estaba servido. Räikkönen y Verstappen no pasaron de la primera curva, impactando además con Alonso, mientras que Vettel siguió unos metros más pero sufrió un trompo y hubo de abandonar igualmente. Otro tanto ocurrió con Fernando Alonso pese a que trató de seguir en carrera: tras perder la telemetría dijo por radio haberse quedado también sin potencia. Los cuatro perdieron, cada uno con sus circunstancias, una oportunidad de oro.
Y la desgracia de unos se convirtió en la alegría de otros. De forma totalmente increíble Lewis Hamilton pasó de enfrentarse a su mayor reto en la lucha por el título a encontrarse con una ocasión única de distanciarse al frente del Mundial. Y el británico no falló, optando por ser bastante conservador cuando tocó pasar a slicks (su renta con respecto a Daniel Ricciardo le permitía no tener prisa) e incluso desoyendo consejos de su equipo en la parte final para evitar que alguien pudiera aprovechar un Safety Car para realizar una última parada gratis.
Así, se impuso en esta carrera que acabó por tiempo y no kilometraje por delante de un impecable Daniel Ricciardo y de Valtteri Bottas, quien arrancó con mal pie pero fue posicionándose a medida que avanzó la carrera. A ello contribuyó también la desgraciada carrera de Nico Hülkenberg. Primero Renault falló en la estrategia de neumáticos y luego problemas hidráulicos le retrasaron y terminando abocando al alemán al abandono. En principio debería haber rondado el podio, pero finalmente a las puertas del mismo se quedó Carlos Sainz, el mejor resultado de su carrera. El madrileño perdió posición con Hülkenberg a raíz de una mala parada, pero volvió a situarse cuarto con los problemas de su futuro compañero de equipo y aguantó magistralmente ante el acoso de Sergio Pérez, otro protagonista de una notable actuación hoy.
Ni siquiera la discutible estrategia de Renault evitó que Jolyon Palmer sumara sus primeros puntos de la temporada, acabando sexto, por delante de Stoffel Vandoorne, Lance Stroll, Romain Grosjean y Esteban Ocon. Fuera de los puntos tan sólo acabaron Felipe Massa (en una jornada injustificable para el brasileño) y Pascal Wehrlein, que sufrió el escaso ritmo de los Sauber. Fuera de carrera por accidente quedaron Daniil Kvyat y Marcus Ericsson, que provocaron sendos periodos de Safety Car, completando Kevin Magnussen, a quien montar primero slicks no dio gran rédito, la nómina de abandonos por un problema mecánico en los compases finales de carrera.
Lewis Hamilton llegará por lo tanto al GP de Malasia con una renta de 28 puntos sobre Sebastian Vettel, mientras que Mercedes aventaja ya a Ferrari en 102 puntos en la clasificación de Constructores.
Foto | Daimler