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Lewis Hamilton sufrió para romper su maldición y llegar a las 50 victorias en la era híbrida

No era casualidad que el acceso de prensa de Mercedes AMG F1 mostrara 44 imágenes en una página en lugar de una medida estándar más habitual. Lewis Hamilton ha vuelto a ser el protagonista de una temporada 2018 del Mundial de Fórmula 1 que se ha resuelto este fin de semana con el quinto título de constructores consecutivo para la firma de la estrella. No dejaba de ser un triunfo sorprendente, casi encontrado después del incidente entre Ocon y Verstappen cuando el británico peor lo estaba pasando con los neumáticos y con el de Red Bull Racing ya en la primera posición.

Fue un triunfo sin duda especial para el británico, no solo porque asegurara el campeonato para los Brackley o por sumar la 72ª victoria de su carrera deportiva y la décima en esta temporada 2018 (la segunda que conseguía en Interlagos). Hamilton había conseguido terminar con su propia maldición, la misma que decía que Lewis no pudo ganar después de cantar el alirón ninguna de las pruebas restantes en las temporadas en las que había conseguido sus cuatro títulos anteriores.

No fue sencillo tal y como reveló posteriormente Toto Wolff. El Mercedes-AMG F1 W09 EQ Power+ de Hamilton comenzó a sufrir problemas mecánicos en el motor, el cual según los técnicos llegó a estar muy cerca de fallar en la parte final del Gran Premio de Brasil, concretamente en las últimas 20 vueltas. Desde el box tuvieron que trabajar para encontrar una solución remota para las elevadas temperaturas del escape.

Tuvimos una carrera tan horrible hoy. Tenemos a los muchachos encargados del motor en la parte de atrás del box y luego los tenemos en la base, y lo que pude escuchar en uno de los 10 canales fue «Fallo inminente de la unidad de potencia de Lewis Hamilton, va a fallar en la próxima vuelta». Subí el volumen y dije «Perdón, ¿qué?» Y dijeron: “Sí, tenemos un problema masivo en la unidad de potencia, va a fallar en la próxima vuelta”. No falló la siguiente vuelta y dije: “Cuando tengan un minuto, dígame qué está pasando”. Así que los dejo trabajar.

La solución llego cuando los técnicos de Mercedes AMG F1 consiguieron bajar los grados Celsius en la unidad de Lewis Hamilton. Para aquel entonces el pentacampeón volvía a ser líder tras el toque entre Verstappen y Ocon, dirigiéndose hacia su 50ª victoria en la era híbrida (desde la temporada 2015)… medio centenar de triunfos en 99 Grandes Premios disputados desde la adopción del actual reglamento técnico de motores. Sobran las palabras.

Y dijeron: ‘Bueno, nuestro escape está a punto de fallar y estamos sobrepasando todos los límites de temperatura’. Así que dije ‘¿Cuál es la solución?’ Y comenzaron a arreglarlo rechazando todo. Las temperaturas bajaron a menos de 1.000°C, a 980°C, pero aún es demasiado alto, y luego recuperó otra vuelta y eso fue realmente horrible.

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Iván Fernández

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