La diferencia entre Lewis Hamilton y Sebastian Vettel hoy es que el primero puede saber más o menos porque no ha tenido el ritmo que se esperaba, o al menos el que ha exhibido su compañero de equipo, mientras que el germano se va de Melbourne sin conocer qué ha salido mal para que el monoplaza de la firma italiana no haya dado el rendimiento que tuvo durante la pretemporada. Tras conseguir entre los dos 17 victorias de 21 posibles en 2018, hoy la sorpresa estaba en que ninguno de los se encontraba en lo más alto del podio.
Las sensaciones en ambos casos eran muy distintas. Mattia Binotto, Charles Leclerc y el propio Sebastian Vettel cogían el micrófono y se ponían delante de los periodistas para dar la visión de la Scuderia Ferrari de lo sucedido en este Gran Premio de Australia. Aunque las caras ya lo decían todo, eran las declaraciones de Sebastian las que reflejaban a la perfección lo desconcertante que ha sido este fin de semana para Ferrari: “El coche en Barcelona funcionaba a la perfección. Aquí el coche no ha respondido. No tenemos una respuesta aún. Sabemos que el coche es mucho mejor de lo que hemos visto este fin de semana”.
Esta situación contrastaba directamente con Mercedes-AMG F1, la cual publicaba solo unos minutos después de finalizar el Gran Premio que habían encontrado algunos daños en el W09 pilotado por Lewis Hamilton, apuntando a que investigarían cuál había sido la razón: “ACTUALIZACIÓN: hemos descubierto daños en el suelo de Lewis en el área justo delante del neumático trasero izquierdo. Hay un pedazo de la pieza que falta, pero no estamos 100 por ciento seguro de por qué todavía”. Uno más en la lista de daños peculiares que se han dado en esta carrera si tenemos en cuenta los abandonos de Ricciardo y Grosjean, así como el problema de Kimi Räikkönen y Robert Kubica que les ha obligado a pasar por boxes.
Esta confirmación contrasta con la seguridad mostrada por Hamilton nada más terminar la carrera, dejando entrever que no se había visto en ningún momento intimidado por Max Verstappen y el Red Bull Racing con motor Honda y que, de haberlo necesitado, podría haber apretado para asegurar su segunda posición. El británico no realizó una gran salida, faceta que ha sido su particular talón de Aquiles y que ha prometido trabajar, sin embargo, se vio lastrado al igual que Sebastian Vettel por detenerse demasiado pronto, intentando hacer funcionar un compuesto medio que no dio el resultado esperado.
Los daños en el monoplaza permiten al pentacampeón respirar tranquilo y darle algo de tranquilidad a su conciencia si se preguntaba por qué Valtteri ha sido tan superior desde el inicio. Queda por conocer la razón para dichos daños y cuantificar cómo ha afectado esto a la carga aerodinámica. En el caso de Ferrari, tocará trabajar a contrarreloj para dar respuesta a las dudas generadas por el SF90 en esta prueba… un coche que bajo el sol de Melbourne pareció pintado de naranja y no del esperanzador rojo visto en pretemporada.