Cada vez que nos encontramos frente algún tipo de fenómeno en el firmamento, ya sea una lluvia de estrellas, una ‘súperluna’ o la peculiar situación de algún planeta respecto al sol, se nos presenta la misma situación. Casi como una cantinela se nos recuerda que ese bien preciado que es la luz está impidiendo muchas veces lo que hay más allá de nosotros. De disfrutar un espectáculo visual que muchas veces nos recuerda lo pequeños que somos en el universo y lo bella que es la naturaleza. ¡Maldita contaminación lumínica!
Esto lo han entendido a la perfección algunos organizadores de rallyes centrados en dar espectáculo, tal y como lo demuestra cada año el Monza Rally Show o el Legend Rally de San Marino, dos pruebas hechas por y para los aficionados. Ambos han establecido prácticamente una tradición en sus itinerarios, comenzar con una especial nocturna en la que los aficionados puedan disfrutar de la atronadora maquinaria que compone sus listas de inscritos potenciando otros sentidos distintos a los de la vista.
De esta forma, nos encontramos que, en mitad de la noche, un bramido enfurecido de 600 CV se abre paso a través de la oscuridad. Las parrillas de luces hacen lo propio con el objetivo de marcar la senda a seguir, mientras que los miles de aficionados tratan de reconocer en muchas ocasiones con los ojos cerrados qué bestia se aproxima a lo lejos.
También se ha convertido en una tradición que los cámaras se desplacen al inicio de las especiales para grabar precisamente el momento en el que se liberan estos animales salvajes. Allí podemos apreciar cómo han evolucionado los automóviles de competición, su sonido y su comportamiento en aceleración. Anti-Lag System, potencia analógica, llamaradas a través del tubo de escape… el espectáculo de los rallyes llevado a otra dimensión y digno de disfrute. Os retamos a que también cerréis los ojos e intentéis adivinar a qué coche pertenece cada ‘procedimiento de salida’ o al menos, a qué época pertenecen. Como sabemos que estamos a 22 de diciembre y que no vais a pegar palo al agua, tal vez sea un buen entretenimiento hoy en la oficina.
