Ver un coche clásico de competición ser exprimido al máximo ya sea en un circuito o en un tramo de rallyes con la actual tecnología de grabación puede convertirse en una de las experiencias más gratificantes a las que pueda acceder un aficionado sin salir de su casa. Eventos en circuitos históricos como Le Sarthe, Spa-Fracorchamps o Goodwood, este último a punto de cumplir su 75 aniversario, dan la oportunidad de ver los funambulismos que se hacían al volante de máquinas más analógicas.
Es el caso de uno de los últimos vídeos subidos a la cuenta de Robbert Albias (mismo canal del que os hablamos el pasado mes de noviembre con aquella onboard del Ford GT40), en el que se puede ver a David Hart exprimir al máximo en la pista de las Ardenas a una de las unidades del Lola T70 Mk.IIIB, en este caso la que es actualmente propiedad de DHG Racing Driven. De fon del potente motor V8 atmosférico de 5.8 litros, por delante, una vuelta de clasificación a Spa-Francorchamps en la que ni el tráfico lento puede detener a Hart.
Las vibraciones que se producen en la cámara, ese sonido cuando se pasa por encima de los pianos, las correcciones que tienen que realizar a su volante para evitar que, en el momento de aplicar esa potencia brutal de forma tan súbita, los neumáticos sigan respondiendo a tales exigencias y no claudiquen en un mar de chillidos y de trozos de goma despedazados.