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Los 10 mejores momentos de la historia del GP de España de Fórmula 1

El Gran Premio de España se encuentra ante uno de los momentos de más incertidumbre de su historia. Después de estar en el calendario de la categoría reina de forma ininterrumpida desde 1986, nos enfrentamos ante una situación desconocida para muchos en la que podría no haber carrera en nuestro país a partir de 2020. El Circuit de Barcelona-Catalunya es ya uno de los lugares en los que más carreras se han disputado de la historia de la categoría reina, además de estar entre los que han visto más pruebas de forma consecutiva. Pero el paso del tiempo es implacable, las situaciones cambian y las cosas pueden no ser iguales hoy que hace unos años. Por eso esta vez hacemos un repaso especial a la historia del Gran Premio de España y en lugar de mirar una carrera en concreto, ampliamos mira esta vez con el recuerdo de los diez mejores momentos de la historia de esta prueba en la Fórmula 1 hasta nuestros días.

10 – Juan Manuel Fangio, campeón del mundo por primera vez

Cualquier aficionado a la estadística del automovilismo y la Fórmula 1 sabe que el primer campeón del mundo fue el italiano Giuseppe «Nino» Farina. En 1950, el duelo dentro de Alfa Romeo se resolvió a su favor y solo al año siguiente se llevó el título Juan Manuel Fangio. El argentino se proclamó campeón del mundo por primera vez en el Gran Premio de España de 1951 en Pedralbes. Lo hizo ganando, claro, y aprovechándose del cuarto puesto de Alberto Ascari con Ferrari (a pesar de salir desde la pole position) para llevarse la corona. Aquel día, por cierto, vivió por primera vez un GP de Fórmula 1 con presencia de pilotos españoles. Fue gracias a la Scuderia Milano de los hermanos Ruggieri con Paco Godia y Juan Jover. Solo el primero tomaría la salida, acabando la carrera en décima posición. Sin duda, un momento de orgullo al ver el primer título del legendaro «Chueco» en España.

9 – La magia de la montaña mágica de Montjuïc

Que todos los circuitos que han albergado un Gran Premio de España de Fórmula 1 tienen algo especial, es indudable. El ambiente de Jerez, el desafío técnico de Montmeló, el desafiante Jarama, el tradicional Pedralbes… pero es innegable que Montjuïc tiene algo especial. La «montaña mágica» mezclaba un poco de Mónaco con un ambiente urbano con cierta dosis de Monza gracias a la presencia del parque y los árboles (¡y su rápida vuelta!). Con una sensación de velocidad muy aguda y curvas tan desafiantes como complicadas, el circuito fue de los más populares de la época. Los pilotos amaban competir en Montjuïc pero pronto empezaron a preocuparse también por la seguridad y ahí es donde la situación empezó a torcerse, culminando con el grave accidente de 1975. Pero antes de eso, las cuatro ediciones del GP que se disputaron allí dejaron imágenes tan preciosas como recordadas entre los aficionados. Quienes acudieron a la carrera no lo han olvidado. Y aquellos que nunca fueron desearían haberlo hecho. Independientemente de ser españoles o no. Un circuito para recordar.

8 – El canto del cisne de Williams

El Gran Premio de España de 2012 fue una rareza histórica. Cierto es que la temporada comenzó con mucha variabilidad, muchos equipos en poco espacio y una gran cantidad de ganadores distintos (y los que no ganaron pero pudieron haberlo hecho…). El punto culminante a nivel de resultados inesperados ese año llegó en Barcelona, con la inesperada y casi incomprensible victoria de Pastor Maldonado, la última gran sorpresa de la Fórmula 1. Se trata de la única victoria del venezolano y el último éxito de Williams. Una lástima, puesto que se trata de un equipo histórico que solo entre 2014 y 2016 volvió a tener un repunte… a día de hoy sufren para subsistir y aunque su pelea es heróica, el equipo parece más un anacronismo que otra cosa. En cualquier caso, la victoria de Pastor Maldonado semanas después del 70 aniversario de Frank Williams fue algo muy especial, coronado por el incendio en el box de la escuadra esa misma tarde después de la carrera, afortunadamente sin heridos.

7 – El 12,5% (¿o era 20,8%?)

¿Nos imaginamos a tres pilotos españoles en un Gran Premio de España? Eso es lo que sucedió en la temporada 2010, con el porcentaje más alto de ‘españolidad’ en la Fórmula 1. Ese año los pilotos de nuestro país formaron el 12,5% al ser tres sobre el total de 24 que participaban en el mundial entonces gracias a Fernando Alonso, Pedro de la Rosa y Jaime Alguersuari. A ello hay que añadirle los dos coches de Hispania Racing Team, en cierta forma elevando la presencia de las banderas a un 20,8%, en cierta forma. Dos coches españoles con un equipo y tres pilotos españoles, todo ello a la vez en una carrera de casa. Si a ello le sumamos el hecho que en esa época había también Gran Premio de Europa en Valencia, bien puede decirse que la Fórmula 1 nunca fue antes ni nunca ha sido después tan española como en aquellos tiempos. En 2015 volvió a haber tres pilotos españoles con Fernando Alonso, Carlos Sainz y Roberto Merhi. En términos porcentuales, esta vez era un 15% de los pilotos pero ya sin un equipo ‘de casa’. Otros tiempos… pero lo de 2010 fue verdaderamente especial.

6 – La locura de 2007

140.700 espectadores. ¿Cuántos de vosotros estuvisteis el fin de semana del Gran Premio de España de 2007? Aunque la marea azul se convirtió esa temporada en plateada por el cambio de aires de Fernando Alonso, la imagen del abarrotado Circuit de Catalunya es algo difícil de olvidar. Después de los títulos de los dos años anteriores, era lógico esperar que subieran tanto la audiencia televisiva como la afluencia de aficionados al trazado catalán. Aún así, hay que recordar como algo especial el mayor número de espectadores registrado en el Gran Premio de España en tiempos modernos. Una auténtica fiesta que desafortunadamente para muchos de ellos no acabó con la victoria del héroe local. Aún así, no deja de ser el vivo retrato de la época de la «alonsomanía». Aunque a nivel deportivo no fuera un año especial, el ambiente eléctrico del Circuit de Catalunya ese fin de semana fue único y nunca antes vivido por los aficionados españoles de nuevo ingreso.

5 – Ayrton Senna y Nigel Mansell, ojo con ojo

Después de las carreras en Pedralbes, Jarama, Montjuïc y Jerez, en 1991 llegó el circuito permanente de Barcelona para ocupar el lugar español en la Fórmula 1. La primera edición fue un éxito a pesar de las dificultades logísticas pero en pista se vivió un momento inolvidable. ¿A quién le importa el ganador o el resultado? La imagen de Ayrton Senna y Nigel Mansell en paralelo en la recta de meta, mirándose el uno al otro mientras peleaban por la victoria ilustró un momento muy especial en la carrera deportiva de ambos. El brasileño hacía manos y mangas para pelear con el todopoderoso Williams, mientras el aguerrido británico empezaba a disfrutar por fin de un coche que le permitiera mostrar todo el talento que no había sido aprovechado en temporadas anteriores. Dos coches en paralelo, miradas entre ambos… un momento especial no solo en el GP de España sino también en la historia de la Fórmula 1, tanto por el significado como por lo plástico de la imagen televisiva. A muchos niveles, era el cierre de aquello que había empezado en 1986 con el espectacular duelo entre ambos.

4 – Max Verstappen y el récord imbatible

Es difícil que el récord del ganador más joven de la historia de la Fórmula 1 que ostenta Max Verstappen pueda batirse. El neerlandés logró su primer triunfo en la categoría reina con 18 años, 7 meses y 15 días. Sí, con los números en la mano es perfectamente plausible… hasta que empezamos a pensar en la realidad. Puesto que en la Fórmula 1 no se puede competir ya con menos de 18 años y sin carné de conducir (todo esto cambió con la llegada de Verstappen), es necesario que cualquier piloto que quiera debutar justo con la mayoría de edad cumpla años antes de marz… en caso contrario, ningún equipo emplearía a su piloto a media temporada. En caso contrario, empieza a ser difícil que un piloto pueda competir con menos edad de la que tenía Verstappen al ganar. Luego ya hay que contar con la idea de disponer de un coche competitivo de inmediato y que las manos y la fortuna permitan al interesado sacar el máximo provecho. Es innegable que el GP de España de 2016 tuvo un poco (o bastante) de fortuna a favor de Max Verstappen, que vio como en la salida los dos Mercedes se autoeliminaban y dejaban el camino libre para una inesperada victoria del que entonces debutaba con un Red Bull tras reemplazar a Daniil Kvyat. El ruso debió de tirarse de los pelos ese día pero a nivel del GP de España, fue un momento inolvidable.

3 – La gran lección de Gilles Villeneuve

Un segundo y veinticuatro centésimas entre los cinco primeros clasificados. Ese es el resultado de liderar la carrera durante 65 vueltas con un monoplaza más lento que aquellos que le precedían. La mejor demostración que para tener una carrera entretenida no es necesario que haya mil adelantamientos. De esta forma, Gilles Villeneuve logró una victoria legendaria (su último triunfo) batiendo a Jacques Laffite, John Watson, Carlos Reutemann y Elio de Angelis. El veintisiente rojo entró en la leyenda popular de la Fórmula 1 después de haber ganado en Mónaco. Sin duda, uno de los momentos más especiales en el circuito del Jarama aunque desafortunadamente el trazado madrileño no volvería a ver una carrera de la categoría reina después de esa temporada. Aún así, esta prueba es recordada como una de las mejores de la historia del Gran Premio de España gracias al recuerdo de Gilles Villeneuve y a la gesta de imponerse con un torpe coche turbo ante los ágiles y gráciles monoplazas de los constructores británicos con motor Cosworth.

2- Michael Schumacher, la llegada del Barón Rojo

Seguramente, la de Michael Schumacher en 1996 es la mayor gesta individual en el Gran Premio de España. El rey de Barcelona ya había brillado en 1994 al ser segundo a pesar de tener solo la quinta marcha en su Benetton B194. Pero dos años más tarde se estrenaba a los mandos de un Ferrari y su primera victoria llegó precisamente en España bajo un diluvio torrencial. A nivel de significado, es indudable que esa victoria marca el inicio de la gran era de Ferrari en la Fórmula 1 puesto que a pesar de llegar su primer título en el año 2000, la historia de la persecución del éxito inició de verdad con la llegada del Barón Rojo, Michael Schumacher. En aquel entonces, el alemán demostró que era el ‘coco’ de la categoría y que con un coche menos competitivo que el todopoderoso Williams aún podía dar algún susto en las condiciones adecuadas. Aquel día no arrancó bien pero su pilotaj estuvo a años luz del de los rivales. Si hay un solo día para ilustrar lo que fue el heptacampeón en la Fórmula 1, el GP de España de 1996 es perfecto.

1 – La victoria de Fernando Alonso en 2006

A la hora de hablar del Gran Premio de España, está claro que hay muchos momentos especiales. Algunos, emocionantes. Otros, inexplicabels o sorprendentes. Luego están también los que sucedieron fuera de la pista. Y hasta incluso hay cosas que no son necesariamente buenas pero siguen siendo históricas. Pero ningún momento puede igualar jamás a lo que los aficionados locales pueden sentir cuando ven por primera vez a un piloto de casa lograr esa victoria en su país. Así se sintieron muchos cuando Fernando Alonso consiguió por fin una victoria en el Gran Premio de España en 2006. El entonces piloto de Renault hizo una gran carrera y se impuso a los Ferrari para llevarse un celebradísimo triunfo. No es para menos, era la primera vez que un español lograba la victoria en casa en la Fórmula 1. Luego, el asturiano repetiría con esa mítica victoria en Valencia en 2012 y su último éxito en la categoría reina en el GP de España de 2013. Esa última victoria fue también bastante especial, como otras carreras en las que no ganó… pero ninguna puede o debe compararse con la primera, en muchos sentidos la que cambió tantas cosas en el automovilismo de nuestro país…

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