Seis días de competición, 2.396 kilómetros cronometrados del total de 5.097 km que se encuentran programados para esta primera edición en Arabia Saudí. Por delante la séptima jornada, con 546 kilómetros que unirá Riyadh y Wadi Al Dawasir. Lo hará con 301 de los 342 equipos que comenzaron la carrera, 39 de ellos al ajustarse a la normativa Dakar Experience, la cual permitirá que los competidores que han abandonado durante estos días seguir en carrera ya sin contar para la clasificación general.
En total, el 77% de los participantes siguen en la carrera por ver la meta y aparecer en la clasificación general, 262 vehículos de los cuales 108 motos son motos, 15 quads, 65 automóviles, 34 SSV y 40 camiones. De esos 41 que no siguen en el Dakar 2020, es la categoría de dos ruedas en las que contamos con bajas más importantes en lo referente a la lucha por el triunfo final, contando actualmente con el adiós de Adrien Van Beveren, Xavier de Soultrait y Sam Sunderland. Pero hay más también en el resto de categorías.
En camiones nadie hubiera esperado que Eduard Nikolaev, con un 100% de no-abandonos (salvo en 2012 que fue excluido) sería el primero en caer entre los de delante, mientras que en coches han sido los incendios los que han marcado esta primera parte de la prueba, con Romain Dumas, Vladimir Vasilyev y Edvinas Juskauskas viendo sus monturas ser devoradas completamente por el fuego. Las buenas noticias para los españoles empiezan con el reenganche de Daniel Albero, el cual ha conseguido reparar su moto, pero se siguen contando con otras bajas como Julián José García Merino por problemas mecánicos y Rubén Gracia, excluido después de la pesadilla técnica que le ha acompañado en su primera participación en su ambicioso proyecto con los SSV. Al margen de todas estas novedades, han sido tres lo abandonos que más han dado de qué hablar durante la pasada semana.
Robby Patton, el copropietario de Los Ángeles Dodgers:
Iba a ser un reto mayúsculo para Patton. El estadounidense es un exitoso empresario texano que entre otras cosas es copropietario del equipo de béisbol de los Dodgers junto a la estrella de baloncesto, Magic Johnson. Era una meta mayor a su anterior competición, después de tomar parte de la Baja 1000 con un Toyota Land Cruiser que él había preparado junto a un equipo de amigos en 2017.
El año pasado se propuso competir en muchas de las citas del campeonato SCORE con un Trophy Truck, lo cual entre todas ellas no sumaban ni la mitad del kilometraje competitivo que iban a tener que afrontar en su estreno en el Dakar 2020. Robbie Pierce, todo un veterano del off-road norteamericano a su derecha, y confiando en una de las Toyota Hilux V8 4×4 de Overdrive como montura. No pasaría de la sexta temporada, con Patton sufriendo un accidente a alta velocidad que terminó con la pick-up sufriendo un fuerte accidente que llevó a que se tuvieran que acceder al habitáculo para poder extraer el copiloto de forma segura por parte de la asistencia médica. Afortunadamente, ninguno de los dos sufrió lesiones graves.
Bobby y yo estamos bien y deberíamos irnos a casa mañana. Fastball tuvo un día difícil, tuvieron que cortar la jaula a mi alrededor para sacar mi feliz trasero del auto. ¡Mucha suerte a nuestros compañeros de equipo, ¡vamos Estados Unidos!
Nos quedamos sin Al-Qassimi y su Peugeot muy pronto:
Sheikh Khalid Al Qassimi y Xavier Panseri se las prometían muy felices después de las primeras jornadas. La pareja, bajo los colores de Abu Dhabi Racing se encontraba muy cómoda en el Peugeot 3008 DKR de PH Sport, conocedores además del terreno debido a que se han dejado ver en ocasiones anteriores en el campeonato nacional no pudieron pasar de la tercera de etapa después de un impresionante vuelco que dejó completamente destrozado el buggy francés.
La intención en aquel inicio de etapa era precisamente la de tomar las posiciones de cabeza para tratar de evitar el polvo en suspensión, algo que cumplieron en parte después de superar a Giniel De Villiers y su copiloto, Alex Haro. Sin embargo, cuando rodaban detrás de Nasser Al-Attiyah, en una pista paralela a la que estaba siguiendo el qatarí, un cambio de viento los dejo con visibilidad nula, encontrándose una gran piedra que Al-Qassimi trató de evitar, impactando con el eje trasero y saliendo por tanto catapultados tal y como se puede ver en el video que se viralizó durante estos días. De Villiers y Carlos Sainz se detuvieron para ayudarles a la espera del helicóptero, apuntándose a que Panseri tiene una clavícula rota y Khalid sufriría una fractura en una de sus manos.
Los hermanos Croizon no pudieron honrar a su padre:
Fue sin duda una de las grandes historias del Rally Dakar en 2017. Philippe Croizon, un cuádruple amputado después de un accidente doméstico en 1994, se planteaba el reto mayúsculo de competir en el rally-raid sudamericano. El “Dakar Finisher” se sumaba a otras hazañas deportivas, como el cruce a nado del Canal de la Mancha en 2010 o el récord de buceo en 2013. Ahora, tres años después, sus dos hijos, Jérémy y Grégory Croizon decidían seguir el camino de su padre y estar en Arabia Saudí para enfrentarse a lo desconocido.
Y lo cierto es que no llegaron a completar la primera etapa, apenas 120 kilómetros de ese primer día. Serían una serie de catastróficas desdichas, con un primer toque con una rueda en la que además de pinchar también se daña el cardán. A partir de ahí, problemas con la bomba de combustible les dejó sin potencia para poder enfrentarse a las primeras dunas del Dakar 2020. La exigencia para salir de esa primera zona de arena llevó a que el embrague se rompiera y que el motor comenzara a fallar, dejando a los dos fuera de carrera y obligados a esperar el camión escoba cuando todavía estaba vacío.
Sumaron unos 140.000 de presupuesto para conseguir la asistencia del equipo MD Rallye Sport (uno de los más conocidos en Francia y habitual de la Africa Eco Race), e incluso lograron que Mathieu Baumel, el copiloto de Nasser Al-Attiyah, le hiciera de instructor a Grégory sobre los secretos de la navegación. El sueño se quedó demasiado corto.