Aunque no ha habido comunicación oficial, han trascendido los detalles de las modificaciones técnicas a las que se someterá el reglamento para el próximo Dakar, año en el que se esperaba que los buggies cedieran algo de protagonismo a los 4×4. Sin embargo, las novedades en la normativa no han tenido tanto recorrido, previsiblemente, para asegurar un buen mano a mano entre los tracción total y el Peugeot 3008 DKR Maxi en la que está llamada a ser la última vez que veamos a la firma del león acometer la prueba sudamericana.
Según los datos, revelados por el medio francés AUTOhebdo, ASO ha aprobado un reglamento en el que los 4×4 será ligeramente más competitivos, al pasar ahora a un peso mínimo de 1.850 kilogramos, setenta menos, pero manteniendo las bridas de admisión de 38 mm que se instauraron a finales de 2016 (a raíz de la altitud media a la que se disputaba el Dakar 2017). En cuanto a los recorridos de suspensión, tal y como se rumoreaba hace unas semanas, se pasa en el caso de los 4×4 de los actuales 250 mm a los 280 mm.
En el caso de los dos ruedas motrices, el peso mínimo se establece en los 1.580 kilogramos, permitiendo que los motores sobrealimentados por turbocompresores sigan teniendo una brida de 38 mm (la misma que se utilizó en la última edición del Dakar, 39 mm el año pasado), pero ni el recorrido de suspensión sufre modificaciones manteniéndose en los 460 mm, ni el sistema de inflado y desinflado de los neumáticos es suprimido tal y como se esperaba. Hay novedades respecto a este último punto, ya que los competidores al volante de un buggy sólo podrán utilizar dicho sistema desde el cockpit para variar la presión ante los cambios de terreno, nunca en el caso de pinchazos.
Vía | AUTOhebdo (edición impresa)