Había preocupación en la Scuderia Ferrari. El fallo del MGU-H había quedado descartado rápidamente por Mattia Binotto y el responsable de los de Maranello apuntaba entonces a un posible problema de motor en el monoplaza de Charles Leclerc. Las alarmas saltaban al pensar en que el monegasco, brillante en el Gran Premio de Bahréin, podría quedarse únicamente con dos unidades de combustión interna.
La información de Sky Italia apunta a que el fallo que privó de su primera victoria a Leclerc es menos catastrófico de lo que parecía en un primer momento. La Scuderia ha indicado que ha identificado un cortocircuito en el sistema de inyección de uno de los cilindros. Desde el propio equipo se apunta a que es la primera vez que se encuentran con un problema de este tipo, por lo que esperan que no se reproduzca. En teoría, Leclerc podrá contar con este motor en China.
No es el único equipo que ha reconocido problemas durante las últimas horas. En el caso de Red Bull Racing, el RB15 sufre un problema relacionado con la actual configuración aerodinámica, por lo que habrá que esperar teóricamente a la primera gran evolución de cara al Gran Premio de España tal y como ha dejado entrever Helmut Marko: “No habrá un coche nuevo. Tenemos un problema aerodinámico. Está en el chasis. No es algo que vayamos a conseguir solucionar de una semana para otra. El primer paquete de actualizaciones llegará en China la próxima semana. En España vamos a hacer los ajustes aerodinámicos que sean necesarios”.
En el caso de Mercedes-AMG F1, Valtteri Bottas ya anunciaba una gran desventaja en cuanto a la velocidad punta del W10 en las rectas frente al SF90, algo que ha refrendado el propio Toto Wolff durante las últimas horas: “Las reglas del motor ya están muy maduras, y las ganancias están en milésimas entre una mejora y la siguiente. Ferrari tiene cinco décimas con nosotros en las rectas, así que tendremos que acostumbrarnos a ese nivel”.