Ver una dupla padre e hijo compartir coche en un circuito es extraña, pero en el mundo de la resistencia es algo más habitual. En las 24H Series se ve a menudo, aunque es más a nivel ‘amateur’. El caso que nos ocupa hoy es de dos pilotos profesionales, conocidos por todos. Sí, hay posibilidades de ver a Jan Magnussen y a Kevin Magnussen compartir coche en Daytona y Le Mans.
El mayor problema viene, cómo no, por política y logística. Kevin Magnussen sólo estaría presente en las 24 horas de Daytona y en las 24 horas de Le Mans. Se perdería dos eventos más: las 12 horas de Sebring -que coinciden con el Gran Premio de Australia- y con Petit Le Mans, en octubre. Jan Magnussen ha concedido unas declaraciones al diario danés BT al respecto, y en ellas ha dejado clara la intención de competir con su retoño, actual piloto de Haas en la F1. La montura: el propio Chevrolet Corvette C7R.
«Corvette ve el potencial de tener a padre e hijo en un equipo en Le Mans», ha explicado el veterano piloto danés. «El problema es que necesitan un equipo para cuatro carreras, y Kevin sólo podría hacer las dos de 24 porque el resto se le solapan. Intentaré que cambien de opinión y así Kevin pueda estar con nosotros».
Kevin, por su parte, no niega intenciones. Eso sí, como piloto de F1, no es su plan principal por ahora. El de Haas sabe que su futuro a corto plazo es en la categoría reina y aunque hacer Le Mans es una muesca que muchos pilotos quieren añadir a su currículo, no es prioritaria por ahora.
«Si, trabajamos en ello, pero no de forma seria. No creo que esto ocurra en 2019», afirma el danés.
¿Y qué piensa Gene Haas? El jefe de Magnussen en la F1 no pone obstáculos a ello… siempre que no interfiera con la ya de por sí apretada agenda de un piloto de la categoría reina. «Mientras no coincida con su programa en F1, no nos meteremos por el medio», ha corroborado Gene Haas. Ay, la disponibilidad…
Si miramos en los libros de historia, sólo hay una dupla padre-hijo capaz de ganar las 24 horas de Le Mans. Fueron los Rosier: Louis (padre) y Jean-Louis (hijo) se llevaron el laurel y consiguieron un hueco en la historia de la carrera en 1950. Lo curioso es que Louis fue el que se metió entre pecho y espalda más de 23 horas de conducción, con Jean-Louis siendo el encargado de pasar por línea de meta tras dar dos giros en el Talbot Lago. En el caso de los Magnussen, esto ya no ocurrirá. ¡Por lo menos se repartirán los relevos!