Ha sido la gran noticia de la jornada. Roger Penske anunciaba la compra a través de Penske Entertainment Corp., una subsidiaria de Penske Corporation, no solo del Indianapolis Motor Speedway, sino también de las IndyCar Series en uno de los grandes movimientos del automovilismo norteamericano que ha dejado prácticamente en shock a todo el planeta. Sin embargo, las pretensiones llegan mucho más allá que hacerse con los derechos de ambos estamentos.
Aunque todavía debe recibir el visto bueno a la transacción por parte de las autoridades gubernamentales, se espera que este cambio de manos pueda traer una corriente nueva tanto al campeonato como al propio circuito, uno de los grandes templos de la competición estadounidense junto a Talladega, Daytona o Sebring. En la conferencia de prensa realizada por Penske, se desvelaba que entre los planes se encuentra el posible regreso del Mundial de Fórmula 1 al trazado de Indianápolis después de 12 años de ausencia y en un momento en el que Liberty Media está teniendo grandes problemas para cerrar la cita de Miami debido a las protestas vecinales y la negativa de los representantes de algunas instituciones.
Si esto suena como un proyecto ambicioso por parte de los nuevos propietarios, lo parece incluso más la confirmación de su intención de preparar el circuito para acoger una carrera de 24 Horas.
Creo que miramos el circuito en sí, la inversión con los 100 millones de dólares que se invirtieron hace unos años antes del centenario y creo que se ha visto un cambio tremendo. Queremos agregar capacidad ya que hay más zonas fan. ¿Para qué podemos usar esto?, por ejemplo, si podemos correr una carrera de 24 horas aquí o si podemos volver a acoger una carrera de Fórmula 1.
Vía | Sportscar365