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Los nuevos R4: el relevo natural de la categoría de producción

Era obligatorio buscar un sustituto natural de los Grupo N y de su evolución posterior, los R4. La FIA se puso a trabajar en ello en 2015, pero no ha sido hasta enero de 2017 que no se ha anunciado el ganador de la licitación realizada por los de Jean Todt. Y lo cierto es que no han apostado por algo que no estuviera inventado. La Federación tenía claros los requisitos: coches de tracción total, costes controlados e igualdad mecánica.

Con todo esto como premisa, la decisión parecía clara. La FIA apostaba por ORECA, un preparador de total confianza que ya ha trabajado en otras ocasiones con la Federación Internacional y se decantaba por la filosofía que estrenaron en Argentina con los Maxi Rally. Coches 4×4, con un kit universal que se puede adaptar a distintos modelos y que además asegura la igualdad de rendimiento en cuanto a motores y deja libertad para permitir adaptar al gusto de cada piloto en cuanto a suspensiones.

En el caso de los Maxi Rally, comenzaron siendo motores 2.0 atmosféricos, pero con el tiempo se adaptaron a las actuales circunstancias globales por medio del uso de motores 1.6 turbo. Para entonces, la epidemia de este tipo de vehículos ya se había extendido, primero afectando países del entorno, como Brasil y después viajando al otro lado del charco. La RFEdA ya optó por una motorización más competitiva, incluso permitiendo la utilización de motores Mitsubishi 2.0 turbo encamisados para ser un 1.6.

La llegada de los N5 a España fue encabezada por Amador Vidal y el equipo Suzuki, los primeros en empezar a fabricar su propia variante con el Swift R+. RMC Motorsport por su parte se decidía por hacerse con una de las unidades del 208 Maxi Rally construidas por los hermanos Barattero y después también empezó a construir sus propias versiones, entre ellas la del 208 tres puertas, Citroën DS3 y Ford Fiesta, además del Mitsubishi Mirage con mecánica R4 que estaba planeado que debutara esta temporada en el CERT con Cristian García a su volante.

Dytko, uno de los preparadores de Protos más conocidos en Europa también entendía que sus vehículos debían amoldarse a la utilización de motores 1.6 turbo, incluso renunciando a su habitual forma de entender estas unidades, las cuales han montado tradicionalmente un motor 2.0 turbo, incluido el Volkswagen Polo N1 de Amador Vidal con el que se coronó bicampeón del Nacional de Tierra. Para entonces, en Nueva Zelanda ya había echado raíces el nuevo reglamento AP4 (siglas de Asia-Pacific), aunque en este caso, las restricciones mecánicas han sido menores, permitiendo que distintas disposiciones de motor se enfrenten, tal y como demuestra el Hyundai i20 AP4 de Hayden Paddon, el cual monta un propulsor 1.8 turbo proveniente del Sonata.

Pensar en una nueva revisión de Grupo N con Subaru y Mitsubishi, los dos fabricantes que en el pasado tenían modelos aptos para ello, en plena revisión de sus prioridades, era utópico y la falta de otros fabricantes interesados en ellos hacía evidente la necesidad del cambio. Saltarse el paso obligatorio de la homologación del fabricante, asegurando que los interesados tuvieran libertad para utilizar distintos modelos de coches y proveedores de ciertos elementos y además bajando los costes que suponen los inalcanzables R5, ha sido la elección realizada por la FIA, un paso más para permitir que los pilotos nacionales puedan competir en otros campeonatos y en ‘igualdad de condiciones’.

En cuanto a la posibilidad de verlos en series internacionales como el europeo y el Mundial de Rallyes sí parece más complicado. Será difícil que los fabricantes vean con buenos ojos la participación de modelos que no precisan del visto bueno de las marcas, poniendo en riesgo la imagen y el prestigio de las mismas, por lo que todo parece indicar que se verán relegados a Nacionales y Regionales donde esperemos que triunfen como paso intermedio previo al salto definitivo a los grandes campeonatos. Ahora habrá que ver qué decisión se toma respecto a que preparadores como Baratec, RMC o ARV puedan construir sus propios coches bajo esta normativa sin necesidad de recurrir al ya presentado Kit R4 de ORECA.

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Iván Fernández

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