La Asociación de Pilotos de Grandes Premios (GPDA), organización encabezada por Alexander Wurz, George Russell y Sebastian Vettel, publicó una declaración en la cual cuestionan las decisiones de la FIA en lo correspondiente a medidas disciplinarias ya que considera que no están siendo tratados como adultos por el ente federativo. Señalan directamente a Mohammed ben Sulayem, presidente de la FIA, como responsable de promover multas a los pilotos por utilizar lenguaje inadecuado o lucir joyas, entre otras situaciones que estiman absurdas, además, critican que el organismo no rinde cuentas sobre el dinero que percibe por tales castigos, situación que también parece cuestionable.
En la carta pública se señala al presidente de la FIA como una persona que intenta imponer sus creencias e ideales aprovechándose de su posición, lo que no comparte la GPDA al considerar que las multas resultan desproporcionadas y además se exponen a los pilotos a la vergüenza pública, este año tanto Max Verstappen como Charles Leclerc han sido sancionados por utilizar lenguaje inadecuado, sin detenerse a analizar el contexto. Además, la propia transmisión de la F1 y los medios de comunicación tienen la capacidad de censurar contenido que no consideren adecuado, en este caso los pilotos señalan que están hartos de esta política de persecución y sanciones que atenta contra su libertad de expresión.
A través de esta carta esperan llamar la atención de Mohammed ben Sulayem para instaurar un diálogo abierto sin imposiciones. Si la actual gestión es transparente debería mostrar ante la F1, los equipos y los pilotos en qué se está gastando el dinero que reciben por la aplicación de sanciones, lo que no ha sucedido en los últimos tres años. Acá exigen que entre todos los involucrados en las carreras decidan el destino de ese dinero y no solamente la FIA tenga la potestad en este aspecto. Los pilotos esperan que este comunicado sea tomado en serio por las autoridades ya que sin su participación no hay carreras, y por lo tanto tampoco negocio.
En parte del comunicado se puede leer:
Hay una diferencia entre maldiciones, con el objetivo de ofender a los demás, y maldiciones casuales, que puede ser utilizado para describir, por ejemplo, inclemencias del tiempo, o un objeto inanimado, como un coche de F1, o de una situación de carrera. Además, nuestros miembros son adultos. No es necesario dejar que los medios de comunicación expongan cosas triviales, tales como el uso de joyas o ropa interior. Le estamos pidiendo al Presidente de la FIA que reconsidere su propio lenguaje cuando esté con los pilotos o se refiera a ellos, sea en un foro público o en cualquier otro lugar.